Lo tuvo que retirar inevitablemente de su Gabinete Ministerial tras ser censurado por el Congreso; sin embargo, la presidenta Dina Boluarte ha optado por mantener en su círculo más cercano al exministro Juan José Santiváñez, quien ahora fue designado en una oficina al interior del propio Despacho Presidencial, una dependencia que recién se estrena y que se encarga de brindar asesoría.
A través de la Resolución N°024-2025-DP/SGDP, se efectuó el nombramiento de Santiváñez Antúñez —quien fue censurado el pasado 21 de marzo— como nuevo jefe de la Oficina General de Monitoreo Intergubernamental.
El dispositivo legal es suscrito por el secretario general del Despacho Presidencial, Enrique Vílchez Vílchez, de quien depende jerárquicamente esta oficina y la cual tiene como principal naturaleza brindar asesoramiento.
“Que, mediante el memorando (…) de fecha 08 de abril de 2025, la Secretaría General del Despacho Presidencial en mérito a la nueva estructura orgánica y funciones específicas de los órganos y unidades (…) propone la designación del señor Juan José Santivañez Antúnez como jefe de la Oficina General de Monitoreo Intergubernamental”, se lee en la citada resolución.
Aunque la dependencia fue creada en septiembre, hasta antes de la designación de Santiváñez no figuraba ningún funcionario ni servidor adscrito a esta oficina, según consta en el portal de Transparencia.
La historia detrás
Según documentación revisada por este Diario, esta oficina surgió de manera documental tras una modificación efectuada al Reglamento de Organización y Funciones del Despacho Presidencial el 19 de septiembre del año pasado y a través de un Decreto Supremo suscrito por la misma mandataria Dina Boluarte. Sin embargo, no funcionó hasta ahora.
En el citado dispositivo, se precisa que esa oficina es un “órgano de asesoramiento” encargado de organizar “la información sectorial relevante” del Ejecutivo, otros poderes del Estado y demás entidades, a fin de “facilitar la coordinación y articulación del desarrollo de la agenda presidencial”.
El Despacho Presidencial, desde el 3 de setiembre del año pasado, inició un proceso de tránsito al régimen laboral del servicio civil. En ese marco, recién el pasado 17 de marzo se incluyó a esta oficina dentro del nuevo cuadro de puestos de la entidad.
Allí también se especifica que el jefe de esta oficina –ahora Juan José Santiváñez– percibirá una compensación económica de S/17.568 mensuales. En suma, unos S/245.952 al año.
Pero no estará solo. Según el mismo documento, esta oficina también está habilitada para contar con un secretario, dos especialistas, dos analistas y un asistente. En total, se ha estimado que la Oficina General de Monitoreo Intergubernamental puede representar un costo anual de S/879.212.
Y las funciones del nuevo puesto que ahora recae en Santiváñez están detalladas en el Manual de Perfiles de Puestos del Despacho Presidencial, modificado apenas el pasado 7 de abril.
La misión del cargo es la de “gestionar y organizar la información sectorial” del Ejecutivo, otros poderes del Estado y entidades, a fin de “facilitar la coordinación y articulación del desarrollo de la agenda presidencial”.
Como parte de sus funciones, se indica, precisamente, administrar información en el marco de la agenda de la jefa del Estado “a fin de coadyuvar en la toma de decisiones”. También el “establecer mecanismos de coordinación” con instancias competentes, brindar asesoría, “emitir opinión técnica” y “otras funciones que le sean asignadas por su superior jerárquico”.
Un sin fin
Santiváñez fue censurado por el Congreso el pasado 21 de marzo, por su incapacidad para enfrentar la ola de inseguridad que golpea a la ciudadanía. Estuvo más de diez meses en el cargo, tras haber sido designado en mayo del año pasado. Antes de ello, fue viceministro de la misma cartera.
A lo largo del tiempo que duró como ministro, conforme crecían los cuestionamientos, indagaciones fiscales en su contra y escándalos por audios negados, también lo hacía la férrea defensa por parte del resto de integrantes del Ejecutivo y la propia presidenta Boluarte.
Por ejemplo, el ministro de Salud, César Vásquez, llegó a decir que Santiváñez trabajaba “día y noche” contra el crimen y que aquellos que pretendían su censura —antes que se haga efectiva— “están jugando a favor de la delincuencia”.
El propio jefe del Gabinete, Gustavo Adrianzén, lo defendió más de una vez y dijo que era objeto de un “inmerecido acoso político”. Incluso tras su censura, Boluarte aseguró que Santiváñez puso “alma, vida y corazón en la lucha contra la inseguridad” y que buscaría a un “ciudadano valiente como él” para su reemplazo.
No es la primera vez que un colaborador de Boluarte es reubicado en alguna cartera. A principios de marzo, Julio Demartini, exministro de Desarrollo e Inclusión Social e investigado por el Caso Qali Warma, fue contratado como asesor en otro ministerio tras su salida del cargo.
Se trata del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), desde el cual se giró un contrato hasta el 31 de diciembre del 2025 y por lo cual cobraría un total de S/156.000 del Estado.
Puntos de vista
A opinión del exviceministro del Interior Ricardo Valdés, la designación de Santiváñez debe ser analizada desde diferentes ángulos. El primero, es que significa “la continuidad del rol de operador político que cumplió para el gobierno de Dina Boluarte en los últimos meses”.
“No fue un ministro del Interior, fue ministro al interior de Palacio de Gobierno, porque funcionaba como un operador”, remarcó Valdés.
También cuestionó que podría haber una duplicidad de funciones respecto a las atribuciones de coordinación, las cuales ya dependen del jefe del Gabinete Ministerial. Y destacó que, para Santiváñez, bien puede ser esto una suerte de “ascenso”.
“Siempre ha querido estar cerca del poder, en sus negados audios se mencionó que ‘para subir, todo vale’. Y ya no está en el ministerio, está en palacio. De alguna forma, es una suerte de ascenso lateral, que a él le genera un mayor beneficio porque ya no tiene responsabilidades, en tanto asesor, que puedan comprometerlo. Va a estar cerca del poder con mucha influencia”, aseveró.