El lunes 28 de abril- dos días después del secuestro de 13 trabajadores de la empresa R&R al interior de un socavón minero ubicado en Pataz (La Libertad), que luego fueron asesinados– el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) emitió el informe N°0034-2025-EF/53.07. A través de este documento, determinó que el sueldo de la presidenta Dina Boluarte debe pasar de S/16.000 a S/35.568. Es decir, un aumento de 125%.
De acuerdo con fuentes del Ejecutivo, se tenía previsto que el incremento salarial a Boluarte Zegarra sea debatido en la sesión del Consejo de Ministros de este miércoles 7 de mayo. No obstante, tras la filtración del informe, revelado por “Panorama” y al que tuvimos acceso, este análisis sería postergado.
Las mismas fuentes indicaron que la mayoría de los altos funcionarios de Palacio de Gobierno han ingresado al régimen de la Ley Servir y que solamente faltaba la jefe de Estado. Agregaron que es raíz de esta situación que la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) le solicita al MEF una opinión técnica. Aunque evitaron precisar la fecha del pedido.
Otras fuentes refirieron que la presidenta Boluarte “está molesta” por la filtración del informe y que ha dispuesto que se determine de dónde salió.
Fuentes allegadas al MEF han rechazado que desde su institución se haya producido la salida del informe y señalaron que el documento ya se encontraba en la PCM desde hace unos días.
Desde Arequipa, el ministro de Trabajo, Daniel Maurate, defendió la intención de la presidenta Boluarte de aumentarse el salario.
“Bueno, siempre es buen momento para cumplir con la Constitución […] Yo creo que si la presidenta anuncia que se va a disminuir el sueldo sería un acto populista, tiene que cumplirse con la Constitución, que establece cuál debe ser la remuneración de la presidenta”, expresó.
Maurate recordó que hace poco el gobierno aumentó el sueldo mínimo a S/1,130, al ser consulta al respecto.
¿Un efecto dominó?
Los exministros de Economía y Finanzas Luis Miguel Castilla y Mercedes Aráoz advirtieron que un eventual aumento del sueldo de la presidenta Boluarte, en la actual coyuntura del país, puede “gatillar” intentos desde un sector del Congreso y de otras instituciones de concretar incrementos para sus altos funcionarios, especialmente los parlamentarios.
Castilla, en diálogo con este Diario, remarcó que un eventual incremento de sueldo a Boluarte “sí puede gatillar nuevos pedidos en el Congreso” para hacer lo mismo. “Sí puede ocasionar presiones para que se den incrementos en otros sectores, en el Estado lo que manda es el precedente”, expresó.
“Los congresistas están casi a la par de los ministros [en su salario]. No sé dónde están los políticos de hoy, ellos deben pensar en las necesidades del Perú. Sería una reacción infantil [de los congresistas] replicar esto [el eventual aumento]. Ellos deben pensar en servir al Estado, no es un negocio ser presidente ni alto funcionario”, manifestó Aráoz, quien también fue jefa de Gabinete Ministerial en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK).
Aráoz y Castilla coincidieron en que, si bien la Ley Servir permite el aumento de salario de la presidenta de la República, el contexto social y político del país no es el mejor para que esta medida se concrete a corto plazo.
“Técnicamente, es viable, el expresidente Alan García redujo el monto del sueldo y desde esa época (2006) no se ha dado una mejora. El problema es político, a quién se le ocurre en medio de una crisis, donde el desprestigio del Ejecutivo es alto, pedir un aumento para sí mismo. Políticamente, la coyuntura es grave, se han perdido vidas humanas en Pataz (La Libertad) a manos del crimen organizado”, manifestó la ex primera ministra.
Castilla recordó que, en el 2014, tras la promulgación de la Ley Servir, se duplicó el salario de los ministros de Estado, que pasaron de S/15 mil a S/30 mil.
“Se aplicó para todos, pero el entonces presidente Ollanta Humala decidió, por un criterio político, que él mantendría su sueldo. Y los mandatarios que le sucedieron adoptaron la misma postura hasta hoy, que Boluarte ha ido por otro camino”, manifestó.
“Lo que está mal es el timing, esto se da en medio de la ola de críticas por los sucesos en Pataz y cuando la delincuencia está desbordada en el país. Sería una buena salida que este aumento de salario para el presidente se aplique a partir del próximo gobierno. ¿Por qué? Porque es una distorsión que el jefe de Estado gane menos que un ministro”, remarcó.
A su turno, el exministro de Economía Alfredo Thorne afirmó que el Ejecutivo, en su proceder, “ha sido poco transparente”. Agregó que el contexto social y político, no permitiría un aumento de salario, cuando el crimen organizado ha escalado y la presidenta está envuelta en varias investigaciones.
“A mí me parece que todo ese proceso ha sido poco transparente, el primer ministro y el titular de Economía no pueden decidir en solitario sobre el aumento de sueldo de la presidenta”.
Thorne, además, señaló que un eventual incremento de salario para la mandataria puede ser un incentivo para que los congresistas busquen lo mismo. “Claramente es una mala señal en términos de disciplina fiscal”, concluyó.
Desde el Congreso, la primera vicepresidenta de la Mesa Directiva, Patricia Juárez (Fuerza Popular), se expresó a favor del incremento, al referir que se debe “proteger” la institución presidencial.
“Más allá de quien sea el presidente de la República, lo que hay que proteger siempre es la figura presidencial, y el presidente debe tener efectivamente la remuneración más alta”, manifestó en RPP Noticias.
Los argumentos del MEF
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en el informe N°0034-2025-EF/53.07, da una serie de argumentos para justificar el aumento de salario de la presidenta Boluarte.
Por ejemplo, cita el artículo 4 de la Ley N°28212, que establece “que el presidente debe percibir la remuneración más alta dentro del servicio de la Nación, en concordancia con su nivel de responsabilidad y función representativa”.
En ese sentido, el MEF remarca que el jefe de Estado, al ser la máxima autoridad del país, es el “encargado de dirigir la política general del gobierno, representar a la nación y tomar decisiones estratégicas para el desarrollo del país”. “En términos de jerarquía y responsabilidad, su cargo es superior al de los ministros de Estado, por lo que su compensación económica debería reflejar esta preminencia”, se lee en el documento de 21 páginas.
La cartera de José Salardi presentó un cuadro, donde compara los sueldos de otros altos funcionarios con el de la presidenta y destaca que los magistrados del Tribunal Constitucional y los integrantes de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) perciben S/35.017 al mes. Y que los ministros de Estado, S/30.000.
Incluso, subraya que los rectores de las universidades públicas ganan S/25.000, así como los titulares de la ONPE y Reniec.

El MEF, además, hizo una comparación entre el sueldo que perciben los mandatarios en 12 países de América Latina, entre ellos Chile, Colombia y México, integrantes de la Alianza del Pacífico.
En este punto, utilizaron “dos métricas”: el salario bruto mensual en dólares estadounidenses y el salario ajustado por Paridad del Poder Adquisitivo (PPA).
En base a estos dos criterios, el MEF concluyó que “el salario bruto mensual ajustado por PPA” del presidente del Perú ($2.015 USD/PPA) es inferior al de otros mandatarios de la región.
“Por ejemplo, Perú se encuentra en una posición menor en comparación con México ($5.565 USD/PPA), Chile ($4.199 USD/PPA) y Colombia ($3.197 USD/PPA), los cuales también son países que forman parte de la Alianza del Pacífico”, señaló el informe.

Por ello, el Ministerio de Economía y Finanzas estimó que el salario del presidente peruano debe ser de $4.480 USD/PPA. Esto ubica al Perú “en una posición intermedia entre los países que fueron considerados en esta evaluación”.

La abogada constitucionalista Beatriz Ramírez explicó que, de acuerdo con la Ley N°28212, el tope para el sueldo del presidente de la República en el Perú es de S/26 mil y no de más de S/35 mil, como propone el MEF. El artículo 4 de esta norma fija en 10 URSP (Unidad Remunerativa del Sector Público) el sueldo de un mandatario. Desde el 2006, cada URSP equivale a S/2.600.
“Los congresistas tienen un tope de seis URSP, eso representa los S/15.600 que perciben, pero además tienen gastos de representación, que técnicamente no son un sueldo, pero se suman a sus ingresos”, manifestó.
Ramírez detalló que el aumento de salario de la mandataria debe aprobarse en el Consejo de Ministros y debe hacerse oficial a través de un decreto supremo promulgado en El Peruano.
El punto de vista
El analista político Enrique Castillo afirmó que si bien desde el punto de vista teórico, se puede llegar a la conclusión de que el sueldo de la presidenta puede ser bajo en comparación a otras altas autoridades del Estado, en la actual coyuntura una propuesta de aumento de salario “es incorrecta por varias razones”.
“En primer lugar, porque la situación en el país es políticamente inestable, sobre todo para ella, con la desaprobación que tiene pretender subirse el sueldo no solo es una provocación, sino es una propuesta que no tiene en cuenta ningún tipo de análisis político desde el gobierno”,
Castillo refirió que un aumento de sueldo, desde lo laboral, siempre es visto como un premio al desempeño. “Ella [Boluarte] con alto rechazo popular, con incapacidad para resolver los problemas del país, no puede pretender tener un premio de esa naturaleza. La pretensión de la presidente está alejada de la realidad que vive la ciudadanía, que es víctima de la inseguridad y de las extorsiones”, remarcó.
El también periodista dijo que la jefa de Estado aún está a tiempo de dar marcha atrás con su intención de aumentarse el sueldo.
“Sería un gesto positivo que la presidente salga y diga que no va a insistir en este aumento o que este será para el próximo gobierno. Insistir, en medio de acusaciones de uso de relojes Rolex, de operaciones estéticas y de frivolidad, lo único que hará es seguir aumentando el rechazo que tiene”, acotó.
La periodista Mabel Huertas, socia directora de 50 más 1, refirió que el presidente de la República debe contar con un buen sueldo y que los S/15.600 que percibe en la actualidad es poco para “la tremenda carga que lleva”. No obstante, calificó como “un desatino total y una muestra de frivolidad” la intención de Boluarte de incrementar su salario, cuando el país “está sumido en una crisis”.
“Esto demuestra la poca vocación política que tiene Dina Boluarte, ella está velando primero por su propia defensa y por sobrevivir hasta el 2026 […] Creo que a ella ya no le interesan las formas”, expresó.
En diálogo con este Diario, Huertas dijo que lo mejor es que la mandataria desista con esta propuesta.
“Aunque estamos hablando de una mujer que ha proyectado una imagen frívola por el uso de joyas y de relojes Rolex, también por las cirugías y arreglos estéticos, que han sido confirmados por su cirujano”, finalizó.