El viejo Jorge Chávez que conocimos —el de los parlantes saturados, filas interminables y taxistas como enjambres— será pronto un recuerdo. Inaugurado en 1965, nuestro principal terminal aéreo no pretendía ser más de lo que era: un punto de tránsito, una sala de paso. Era funcional, sí, pero también caótico, pequeño, congestionado.
Hoy uno entra al nuevo Jorge Chávez y tiene la sensación de haber aterrizado por error en Ámsterdam o Doha. Aunque basta salir a la calle para toparnos con esa ciudad de contrastes que es Lima: la única manera de llegar es a través de dos puentes modulares, instalados provisionalmente en la avenida Morales Duárez, que cruzan el río Rímac.
Hay tres formas de ingresar al nuevo aeropuerto: en auto particular, en taxi o en los buses AeroDirecto, un servicio de transporte público implementado por el MTC. En el caso de los taxis, pueden recoger y dejar pasajeros en la denominada vía libre, en casillas debidamente señalizadas. No se permite la permanencia prolongada de vehículos, buscando asegurar una circulación fluida.

Adentro, como lo mencionamos, es otro mundo. Los pisos pulidos reflejan los techos altos. Las pantallas digitales actualizan vuelos en tiempo real. Y la señalización, clara y concisa, facilita la rápida identificación de información a los viajeros. Cuenta con tres niveles claramente definidos, como la mayoría de aeropuertos del mundo: el primero dedicado a las llegadas de pasajeros, el segundo para tránsito y conexiones, y el tercero para salidas nacionales e internacionales.
Entre las principales novedades que trae el nuevo Jorge Chávez está la posibilidad de agilizar el control migratorio, a través de un prerregistro en la plataforma Migracheck, 48 horas antes de nuestro vuelo. Al pasar por los controles de seguridad, ya no es necesario sacar la laptop o aparatos electrónicos: las 27 líneas de inspección de equipaje de mano usan unos modernos tomógrafos que generan imágenes claras en 3D.
Hace unos días comenzó la fase de “marcha blanca” y, desde este domingo a la medianoche, se suspenderán los vuelos por doce horas para hacer “una transición segura y ordenada”, según nos indican en Lima Airport Partners. Una nueva era comienza.
-Los platos fuertes-
Apenas se ingresa al ‘check-in’, en el tercer nivel, nos encontramos con Perusuyo, un mercado gastronómico de cocina peruana para comer en salón y para llevar, las 24 horas. Una vez pasados los controles, la espera del vuelo no podrá ser mejor. El nuevo aeropuerto busca mostrar el ‘recutecu’ peruano en todos los espacios, como no se ha visto en otros aeropuertos internacionales. Para ello, LAP convocó conceptos de alto nivel tanto en el área de vuelos nacionales (hacia la derecha) como internacionales (hacia la izquierda). Conscientes de que el tiempo es corto, el mayor reto ha sido adaptarse al formato rápido que demanda el perfil del ‘comensal viajero. ¿Qué hacer mientras se espera el vuelo? Pues, aprovechar y meterse de lleno en la oferta gastronómica. “El pasajero tiene que poder leer las cartas rápidamente y tomarse su tiempo para comer en 15 minutos”, sostiene Laura Perron del grupo francés Lagardère Travel Retail, encargados de ponerle sabor a la zona internacional. Como los vuelos serán 24/7, las cartas han potenciado también los desayunos.
En el ‘food hall’ de 1.600 m², Nación Sazón, se congregan marcas como Burger Boy de Javier Miyasato, Las Reyes by Isolina de José del Castillo, Tori de Mitsuharu Tsumura, La Lucha, KO, Wok To Gate y Natoo. Del Castillo nos cuenta que ha buscado mantener el toque limeño tradicional con “guisos, salteados y los infaltables desayunos criollos, para el turista extranjero y también para el peruano”. En los desayunos de Las Reyes no faltarán sus tamales, chicharrones y la salchicha huachana.
Destacados en un espacio prémium, ubicamos a Callao de Jaime Pesaque y Sakai de Mitsuharu Tsumura, dos de nuestros chef más galardonados. Ambos están muy entusiasmados por este nuevo espacio: “En Callao tendremos un cebiche clásico, platos con pulpo, al wok, dulces obviamente y una carta de bar bastante curtida. Lo que buscamos junto al aeropuerto es resaltar Lima —y Perú— como capital gastronómica en el mundo, y que se vayan impactados con esa imagen”, comenta Pesaque. Por su lado, César Choy, chef y gerente de operaciones gastronómicas de Maido, nos explica que Sakai es una marca creada especialmente para esta locación: “Posee una barra de sushi top, con lo mejor de la costa peruana y cositas que tenemos en la barra de Maido”. Además, ramen tradicionales y acriollados, y sandos o sánguches japoneses de pan de miga rellenos. Un poquito de todo. Ojo, tanto Callao como Sakai no abrirán el 1 de junio, sino a partir de julio. Hasta aquí los precios son en dólares.
En la zona nacional, bajo el paraguas de Lagardère, también encontraremos Las Reyes by Isolina en formato de restaurante, el café Puku Puku y, desde Barranco, la carta de Pan Sal Aire de Jerónimo de Aliaga: “Es una versión ‘take away’ adaptada para entregarse con agilidad, manteniendo nuestro sello de calidad. Los insumos siguen siendo artesanales, hechos en casa”.
En nacionales también opera Lima Mundial, el primer mercado gastronómico de Gastón Acurio, con El Bodegón, Papacho’s y las nuevas marcas Sakamoto y Habla Broster! Sandra Brios, gerente de operaciones de Acurio Restaurantes en el nuevo aeropuerto, nos explica su propuesta concentrada en sabores peruanos: “Nuestro gran compromiso es no perder la artesanalidad de nuestros procesos ni la frescura de los insumos. Vas a disfrutar de un superambiente y vivir muy a gusto durante este tiempo de espera”. Otra novedad es el Tanta To Go con un servicio en minutos de alta calidad, con dulces y salados, jugos naturales y el café como protagonista. Sobre los precios, Brios agrega que en esta zona de salidas nacionales serán en soles sincerados a su oferta.
No contentos con estos platos fuertes, Retail Services está llevando a La Bonbonniere con una versión renovada y la barra Copper con coctelería peruana. Ambos espacios se ubican con vista a la pista de aterrizaje, una experiencia única. Como datos adicionales, desde LAP nos comunicaron que en el segundo nivel se disfrutará de Tanta y Delicass. Y, por supuesto, el nuevo aeropuerto continuará ofreciendo en puntos estratégicos los productos de Starbucks, KFC, Pizza Hut, Fridays y, pronto, China Wok, Pardos Chicken y McDonald’s.
-Para saborear desde el aire-
TANTA TO GO
Este nuevo formato de Tanta está ubicado a unos metros del ‘food hall’ Lima Mundial. Tanta To Go está pensado en el antojo inmediato de un dulce o saladito justo antes del vuelo. Con jugos naturales y la pastelería dulce y salada de siempre. (Foto: Lima Mundial)
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PAN SAL AIRE
Con la calidad de su cocina artesanal y el concepto en su versión ‘take away’, la carta de Pan Sal Aire del chef Jerónimo de Aliaga mantendrá sus pizzas caseras, bollería, bebidas y coctelería de autor. (Foto: Pan Sal Aire)
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SAKAMOTO
Es una de las nuevas marcas de Acurio Restaurantes. Con Sakamoto se rinde homenaje a la cocina nikkei a través del paladar. Sushis, ramens, chaufas y pokes, son platos ideales para el público viajero. (Foto: Lima Mundial)
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PUKU PUKU
La cafetería Puku Puku sigue creciendo y ahora aterrizará en el nuevo aeropuerto Jorge Chávez. Esta marca peruana ambientalmente responsable, ofrecerá café peruano de productores locales para los viajeros. (Foto: Puku Puku)
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LAS REYES
El restaurante de cocina limeña del chef José del Castillo se estrena en el aeropuerto con dos locales. Uno, en la zona de vuelos internacionales y, el segundo, en los vuelos nacionales. Mantendrá ese sabor criollo e insumos que lo caracterizan. (Foto: Las Reyes)
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-Escaparate de lujo-
Basta con caminar por el nuevo Jorge Chávez para entender que el viaje no comienza al despegar, sino en las vitrinas y escaparates de las distintas marcas de estilo de vida, con sello nacional e internacional. Además de las propuestas gastronómicas, destacan tiendas de moda (Hugo Boss, Renzo Costa, Kuna, Alpaca 111 y Sol Alpaca), de artículos esenciales (Livingstone y Coolbox) y joyerías (Ilaria, Swarovski y H Stern).
Estos locales están desplegados en diferentes áreas del aeropuerto: desde los ‘food halls’ hasta las zonas de embarque. “Cada espacio expresa peruanidad”, nos dice Sandro Avilez, gerente general de Ilaria, que cuenta con dos módulos en esta terminal. “En la zona nacional, estamos en el centro, con una tienda muy grande, de más de 5 metros de altura, que la ves casi desde el avión. Y la internacional está en una esquina, frente a un bar, con un diseño muy abierto”. Ambos establecimientos presentan bajorrelieves y detalles inspirados en Chan Chan.
En el caso de la marca nacional Renzo Costa, han optado por una tienda compuesta por una estructura de cristal. “Esta transparencia refuerza nuestra propuesta, ya que nos permite mostrar nuestros diseños de una manera directa y darles una mayor visibilidad”, comenta José Cabanillas Lavini, director comercial de Renzo Costa, que acaba de lanzar una colección de morrales, billeteras y monederos con bordados peruanos llamada Sumak. “Esta apuesta la vemos como un canal de internacionalización. Es un paso para seguir escalando hacia el extranjero, porque aquí vamos a poder captar clientes globales”, añade.
-Confort y descanso-
Con la apertura del nuevo terminal internacional, se han estrenado tres salas VIP que no son simples lugares de paso: son espacios que invitan al descanso, a tomarnos un respiro de los ajetreos del viaje, y también a otros placeres.
Una de las propuestas más innovadoras se llama ‘Sleepover’, una marca que aterriza en Sudamérica después de un rotundo éxito en Medio Oriente. Diseñado por la empresa Airport Dimensions, ofrece un entorno privado y fácil de acceder con el fin de que los viajeros puedan dormir, refrescarse y liberarse del estrés. Las reservas pueden ser de solo dos horas hasta una noche completa, dando la posibilidad de disfrutar de comodidades como “FlexiSuites” de gravedad cero, estaciones de carga inalámbrica, duchas revitalizantes, “Nap Pods” para siestas rápidas y cabinas familiares, ideales para grupos o viajeros con niños.
Airport Dimensions también se ha encargado del diseño de la sala VIP The Club LIM. Este espacio, situado después de los controles de seguridad, ofrece servicios que incluyen zonas de descanso, salas de reuniones para negocios, un área dedicada a los niños, un bar bien surtido y un elegante comedor. El chef Ignacio Barrios, fundador de Urban Kitchen, es el encargado del menú.
Un punto aparte es la decoración con obras de artistas peruanos como Ricardo Wiesse y Alejandra Ortiz de Zevallos, quienes se inspiran en la belleza natural del país. “Más que espacios de descanso, queremos reflejar la hospitalidad peruana”, dice Giorgio Benza, vicepresidente para América Latina de Airport Dimensions. El acceso a este exclusivo ‘lounge’ está disponible para los miembros de programas como Priority Pass y LoungeKey, pero si no se cuenta con la membresía, existe la opción de adquirir pases diarios.
De igual manera, el grupo LATAM tiene presencia en el nuevo Jorge Chávez con una moderna sala VIP. Cuenta con dos ‘lounges’ independientes —Signature y Premium—, que comparten una recepción y se ubican en un área de 2.450 m². En este lugar, el chef James Berckemeyer ha sido el encargado de elaborar la propuesta gastronómica. Para acceder solo hay que ser socio del programa LATAM Pass.