Ashley Hicks, una mujer de 36 años de Carolina del Sur, creció con reglas diferentes a las normales gracias a su padre, quien trabajó durante 25 años en el Servicio Secreto de Estados Unidos. Desde pequeña, aprendió a estar siempre alerta y a prepararse para lo peor. “Fue algo que nos inculcaron desde siempre. No me considero una persona callejera, pero sí más consciente que el promedio”, explicó.
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Ahora que es madre de dos niños pequeños, Ashley aplica muchos de esos consejos de seguridad en su vida diaria. Por ejemplo, nunca pone los nombres de sus hijos en sus mochilas para proteger su identidad. Además, cuando los abrocha en sus asientos del auto, evita darles la espalda. “Una gran preocupación es estar con tu hijo sola. Hay que estacionarse cerca del carrito, abrir la puerta formando un ángulo y mirar hacia afuera mientras abrochas el cinturón”, detalló en conversación con SWNS.
Otro hábito que mantiene es evitar sentarse en restaurantes o espacios públicos con la espalda hacia la puerta. “Mi papá siempre tomaba ese asiento y ahora yo también. Es para poder ver, estar alerta y tener visual de las entradas”, explicó. También evita vender cosas por Facebook Marketplace si está sola, y si tiene que reunirse con alguien, prefiere hacerlo en una estación de policía o de bomberos.


Ashley recuerda que cuando era niña, su papá le enseñó sobre el peligro de los extraños con un sistema de palabras clave. “Si alguien venía a recogernos, tenía que saber el código. Tampoco poníamos nuestros nombres en las mochilas. Eran pequeños detalles para mantenernos seguros”, contó.
Además, su padre le inculcó la importancia de tener un sistema de seguridad en casa. “Cuando era estudiante y no podía pagar uno, él me dijo que pusiera calcomanías falsas para que pareciera que sí lo tenía. Era para no parecer un blanco fácil”, relató. También procura estacionarse bajo una farola si va a estar sola en la calle de noche.
Hoy, siendo madre, Ashley entiende por qué su papá era tan precavido. “De niña pensaba que era demasiado protector, pero ahora lo comprendo totalmente”, dijo. Incluso planea enseñarles a sus hijos sus nombres y direcciones desde pequeños, para que puedan pedir ayuda si alguna vez se pierden.


Su esposo Michael, de 36 años, también toma medidas de seguridad y, cuando salen juntos, suele llevar un arma registrada.
Ashley insiste en que su padre nunca quiso asustarla, sino prepararla para cualquier eventualidad. “Siempre se trata de considerar el peor escenario posible. Nunca quieres que te tomen por sorpresa”, concluyó.


Qué es el Servicio Secreto de EE. UU. y a qué se dedica
El Servicio Secreto de EE. UU. es una agencia federal con dos misiones clave. Fundado en 1865 para combatir la falsificación, hoy se dedica a investigar delitos financieros como el fraude y la falsificación de moneda.
Su función más conocida es la protección de altos cargos. Esto incluye al presidente, vicepresidente, sus familias, expresidentes y dignatarios visitantes, garantizando su seguridad contra amenazas.
Para lograrlo, el Servicio Secreto emplea agentes especiales y oficiales que utilizan estrategias de protección e inteligencia. También investigan fraudes complejos y delitos cibernéticos que afectan la infraestructura financiera del país.