Nicolás Maduro advirtió el lunes, en plena tensión con Estados Unidos, que “Venezuela vive la mayor amenaza que se haya visto en nuestro continente en los últimos 100 años” y que si su país fuera agredido “pasaríamos inmediatamente a la lucha armada”. Esos comentarios se dieron mientras la administración de Donald Trump completa un despliegue naval sin precedentes en la historia reciente en el mar Caribe, con siete embarcaciones de guerra, un submarino y aviones de vigilanca que han sido enviados para, según la Casa Blanca, luchar contra el narcotráfico.
Las palabras del chavista reavivan el fantasma de una confrontación directa entre Estados Unidos y Venezuela,y plantean interrogantes sobre el equilibrio de las fuerzas militares de ambos países. Estamos hablando de la potencia militar número uno del mundo versus la que está en el puesto 50.
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Según el mandatario venezolano los “ocho barcos militares con 1.200 misiles y un submarino” que apuntan hacia Venezuela constituyen “una amenaza extravagante, injustificable, inmoral y absolutamente criminal, sangrienta”.
“Ellos han querido avanzar hacia lo que llaman la máxima presión, en este caso es militar, y ante la máxima presión militar, nosotros hemos declarado la máxima preparación para la defensa”, dijo Maduro en una rueda de prensa ante medios internacionales.

Maduro también sostuvo que si Venezuela fuera agredida, declararía “constitucionalmente la República en armas. Lucha armada y República en armas”.
El líder chavista señaló directamente al secretario de Estado Marco Rubio de estar detrás de los esfuerzos para provocar un cambio político en Venezuela. Lo llamó “el señor de la guerra”, y lo acusó de querer manchar las manos de Trump con “sangre venezolana” y de la región.
La tensión entre Estados Unidos y Venezuela empezó a escalar el pasado 25 de julio, cuando el departamento del Tesoro designó como terrorista al Cártel de los Soles, organización del narcotráfico que según Washington está dirigida por Maduro, generales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y altos funcionarios políticos chavistas.
El 7 de agosto, Estados Unidos duplicó la recomprensa que ofrece por la captura de Maduro hasta los 50 millones de dólares. La fiscal general de EEUU, Pam Bondi, lo acusó de ser “uno de los mayores narcotraficantes del mundo”.
Al día siguiente, el diario The New York Times reveló que Trump firmó una directiva secreta donde se ordenaba al Pentágono emplear la fuerza militar contra cárteles latinoamericanos que habían sido designados terroristas, incluido el Cártel de los Soles.
El departamento de Estado subrayó que los cárteles deben ser tratados como amenazas equiparables a ejércitos o grupos terroristas debido a su control territorial y armamento.
El 15 de agosto, la Marina de Estados Unidos confirmó que estaba deplegando buques de guerra y miles de infantes de marina en el sur del mar Caribe.

De acuerdo con la agencia AP, hasta el lunes la Armada contaba con dos destructores con misiles guiados Aegis, el USS Gravely y el USS Jason Dunham, en el mar Caribe; así como con el destructor USS Sampson y el crucero lanzamisiles USS Lake Erie. Se prevé que esta presencia militar se amplíe con el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima y los de transporte anfibio USS San Antonio y USS Fort Lauderdale, además del submarino USS Newport News.

¿Qué quiso decir Maduro?
Para el analista internacional Francisco Belaunde Matossian, lo dicho por Maduro no tiene sentido.
“Obviamente, si un país es atacado, va a responder y se va a defender. Pero él está utilizando el término lucha armada, que forma parte del universo de las guerrillas y que es de uso interno, de la época de los grupos guerrilleros, y no tiene nada que ver con un caso de agresión externa”, aseveró el analista a El Comercio.
Belaunde dijo no creer que Estados Unidos esté preparando una invasión de Venezuela. “Tú no invades un país con los 6.500 marinos que se supone hay en estos barcos que han sido enviados. Lo único que podría ocurrir son operaciones puntuales, bombardeos o incluso asesinatos selectivos”.
Recalcó que cuando Estados Unidos declara a los cárteles como terroristas, los pone al nivel de los grupos terroristas del Medio Oriente. Agregó que estos son objeto de bombardeos y asesinatos de sus líderes.
Belaunde sostuvo que con su retórica Maduro podría estar tratando de impresionar a los estadounidenses y a la vez buscar la cohesión interna. “Pero no creo que Estados Unidos se pueda asustar por lo que diga Maduro”.
La abismal ventaja militar de Estados Unidos

Según el Global Firepower 2025, militarmente Venezuela está en el puesto 50 en el mundo, y es séptima potencia bélica de América Latina, ligeramente detrás de Brasil, Argentina y México, y cerca de Colombia, Chile y el Perú.
La FANB cuenta con entre 120.000 y 150.000 efectivos activos. Además, tiene más de 100.000 reservistas y más de 200.000 paramilitares, especialmente los integrantes de la Milicia Bolivariana, el quinto componente de la Fuerza Armada. Cabe precisar que en agosto Maduro sostuvo que este cuerpo estaba formado por más de 4 millones de personas, una cifra no corroborada.
En cuanto a armamento, en lo que respecta a fuerzas terrestres Venezuela tiene más de 700 tanques de batalla principales, como los T-72B1 rusos; más de 1.500 vehículos blindados de combate; más de 600 piezas de artillería; más de 100 sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS).
También dispone de sistemas modernos para defensa antiaérea y antiblindados, como los rusos S-300VM, MANPADS Igla-S, Kornet, Metis-M, y el sueco RBS-70.

En cuanto a su Fuerza Aérea, cuenta con más de 80 aviones de combate, incluyendo 24 Su-30MK2 rusos y 18 F-16 estadounidenses modernizados.
Tiene más de 100 helicópteros y más de 20 aviones de transporte militar, como los C-130 Hércules.
Su fuerza naval consta de dos submarinos Tipo 209, seis fragatas clase Lupo, seis corbetas, más de 40 buques de patrullaje y más de 10 lanchas de ataque rápido.
Sin embargo, muchos de estos activos son obsoletos o están inoperativos debido a la falta de mantenimiento, escasez de repuestos y bajo presupuesto.

En comparación, Estados Unidos es la potencia militar número uno del mundo e invierte casi 300 veces más en defensa que Venezuela (877.000 millones de dólares contra casi 3.000 millones de dólares).
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela tiene más de 2.000 generales, cifra que contrasta con la Fuerza Armada de Estados Unidos, que tiene 644 generales activos en el 2025. En la mayoría de los ejércitos del mundo existe una pirámide de mando clara: muchos soldados, menos oficiales, muy pocos generales. En Venezuela, la pirámide está invertida: hay más generales que coroneles en algunos casos. Esto distorsiona la cadena de mando y hace ineficiente la estructura militar. Además, acarrea un alto costo económico porque cada general recibe altos salarios, beneficios, guardaespaldas, vivienda, vehículos y otros privilegios. Los analistas sostienen que Nicolás Maduro y antes Hugo Chávez ascendieron a miles de oficiales para comprar lealtades en la FANB.
Estados Unidos produce y moderniza de manera constante su arsenal, mientras que el de Venezuela fue mayormente adquirido en el pasado a países como Rusia, China e Irán.
El país norteamiericano tiene 1,35 millones de militares en servicio activo y
En cuanto a su fuerza terrestre, Estados Unidos tiene unos 6.200 tanques M1A2 Abrams modernizados, más de 40.000 blindados, más de 1.500 piezas de artillería moderna.

Estados Unidos también opera la Armada más poderosa del mundo, con 11 portaaviones nucleares capaces de proyectar poder aéreo y marítimo a miles de kilómetros.
También tiene 68 submarinos nucleares, 92 destructores y 22 cruceros.
La superiodridad aérea de Estados Unidos es total sobre Venezuela, con al menos 780 cazas de quinta generación F-22, F-35 y casi 20 bombarderos estratégicos B-2 y B-21.

Con esa superioridad, se estima que Estados Unidos puede destruir la infraestructura militar venezolana en cuestión de horas.