La caída de Erick Moreno Hernández, alias El Monstruo, no solo marcó el fin de años de persecución. También abrió un nuevo capítulo de tensión entre el cabecilla de Los Injertos del Cono Norte y la propia Policía Nacional. Durante un breve interrogatorio cara a cara que tuvo con los agentes peruanos en Paraguay, el temido delincuente los acusó de haber manipulado un caso en el que, según él, desapareció un millón de soles vinculado a una de sus aliadas más cercana, Grace Bado Neyra, conocida como ‘la cajera’.
El golpe final a su organización se concretó tras un operativo en San Lorenzo, Asunción, con más de 40 agentes que rodearon la vivienda donde se escondía. Tras ser capturado, un grupo de policías peruanos viajó hasta Paraguay para sostener un breve encuentro con ‘El Monstruo’.
En las imágenes se observa al coronel PNP Franco Moreno Panta, jefe de la División de Secuestros y Extorsiones de la Dirincri, hablándole de frente al detenido, pero lejos de rendirse, Moreno buscó desviar la atención y disparó sus primeras acusaciones contra la Policía.
“Grace tenía un millón de soles en su casa y la policía pintó eso, pintó eso”, dijo sin titubear. La frase, lanzada frente a los altos mandos, encendió nuevamente las sospechas sobre el dinero perdido en una operación anterior en Lima.
EL MILLÓN DESAPARECIDO Y LA ALIADA CAÍDA
La alusión de Moreno estaba dirigida al allanamiento en la vivienda de Grace Bado Neyra, ocurrido meses atrás en Los Olivos. Allí, la Dirincri y la Fiscalía de Crimen Organizado intervinieron a la empresaria acusada de ser proveedora de dinero y recursos para el grupo criminal.
La operación terminó con Grace en prisión preventiva en Santa Mónica, señalada como parte clave de Los Injertos del Norte. Documentos, equipos electrónicos y artículos comerciales fueron incautados. Según la Policía, su fachada de negocios —venta de ropa, juguetes, productos importados e incluso un portal inmobiliario— servía para lavar dinero de la organización.
Lo que nunca apareció fue el millón que ahora menciona El Monstruo. Para él, los agentes “pintaron” la existencia de ese capital y manipularon el procedimiento.
El coronel a cargo del caso lo enfrentó con las declaraciones de Grace. “Pueden decir mil cosas de la Policía, como lo han dicho de ti también, mil cosas. Que eres el cabecilla, eres la persona que daba todas las instrucciones, los armamentos que se te encontró, los 7 fusiles de guerra que se te encontró, también son tuyos”, le increpó el jefe policial.
“¿Quién no se quiere salir de esta vida? Le pregunto yo. ¿Quién se quiere hundir cuando tiene la posibilidad de defenderse? Eso es lo que hace ella, es mujer”, respondió ‘El Monstruo’, dando la idea de que Grace actuaba para salvarse.

CARA A CARA CON LA POLICÍA
El interrogatorio dejó ver a un criminal desafiante y contradictorio. En 13 minutos de conversación, Moreno aceptó algunos delitos, pero negó otros, como el asesinato del brigadier Luis Carrasco y el secuestro de Jackelyn Salazar y la menor Valeria Vásquez.
“Quiero pagar por mis actos, no por otros que no he hecho…”, dijo ante los altos mandos.
Pero el duelo verbal se tensó cuando le recordaron las amenazas contra la familia de un general de la Policía. Moreno lo negó, aunque los oficiales le replicaron con pruebas: direcciones IP de mensajes que habrían salido desde Bolivia y Brasil.
Los coroneles lo enfrentaron con la caída de sus cómplices, la pérdida de armas y dinero, y los videos donde él mismo se burlaba de la autoridad. “¿Quién es el inútil?; mira cómo estás acá; tú eres el inútil…”, le espetaron.
Hoy, el hombre que se jactaba de tener a generales y coroneles bajo su disposición permanece recluido en el penal de Emboscada, en Paraguay. Allí espera su extradición al Perú, mientras la justicia analiza la información extraída de sus celulares incautados.