El torero peruano corta tres orejas y sale a hombros ante un lleno total en Lima
La plaza de Acho volvió a vibrar este domingo con el rugido de la afición limeña. Andrés Roca Rey, figura máxima del toreo actual, celebró su décimo aniversario de alternativa con una tarde redonda, intensa y profundamente emotiva. En solitario, ante seis toros de distintas ganaderías, el limeño se impuso con valor y maestría, cortando tres orejas y saliendo a hombros por la puerta grande de su plaza.
Desde primeras horas del día, los alrededores de la plaza se llenaron de aficionados llegados de diversas regiones del país y del extranjero. Las entradas se agotaron con antelación, y la expectación se sintió incluso fuera del coso. En el tendido se respiraba el ambiente de las grandes tardes: banderas, pañuelos y una emoción contenida que estalló con el paseíllo.
El primer toro, de la ganadería peruana Santa Rosa de Lima, permitió ver a un Roca Rey sereno, templado, dueño de los terrenos y los tiempos. La faena fue medida, con un cierre de mano baja que despertó los primeros pañuelos blancos. Una oreja abrió la cuenta.
Fue con el cuarto toro de la tarde cuando la plaza alcanzó su clímax. El peruano ligó series largas con la muleta, citando de lejos, toreando al natural con un temple de seda. El silencio respetuoso dio paso al rugido del público tras una estocada fulminante. El palco concedió las dos orejas, y con ello se aseguró la salida a hombros.
Los restantes astados no ofrecieron las mismas opciones, pero la entrega del matador se mantuvo inalterable. Cada muletazo fue coreado, y la ovación final duró varios minutos.
Roca Rey tomó la alternativa en 2015 en Nimes, Francia, con Enrique Ponce como padrino. Desde entonces, su carrera ha sido una ascensión constante, con triunfos en las plazas más exigentes del mundo taurino: Madrid, Sevilla, Bilbao, México y Bogotá. Su regreso a Lima, en este aniversario, fue algo más que una cita: fue un homenaje a su trayectoria y al público que lo vio nacer.
“Esta es mi casa, mi gente, y torear aquí siempre me hace sentir pleno”, declaró el torero tras la corrida, visiblemente emocionado.
Repercusiones en el mundo taurino
Medios especializados de España y México destacaron la tarde de Acho como “una de las más completas del año”. Para los críticos, Roca Rey ha alcanzado una madurez artística que combina valor, técnica y personalidad, algo que lo consolida como la gran figura del toreo contemporáneo.
El empresario de la plaza, Carlos Caballero, afirmó que el festejo “marca un antes y un después en la temporada limeña” y anunció que ya se estudian nuevos carteles para mantener el nivel alcanzado.
Una tarde para la historia
Al caer la tarde, el sol se reflejaba en los muros centenarios de Acho. Roca Rey, envuelto en una bandera del Perú, fue llevado a hombros por la puerta grande. Las ovaciones resonaron incluso fuera del recinto, recordando por qué Lima sigue siendo una de las plazas más queridas y respetadas del mundo taurino.
						
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				