El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, inició una gira por América Latina que lo llevará a participar en dos eventos clave para la diplomacia europea: la Cumbre del Clima COP 30 en Belém, Brasil, y la Cumbre Unión Europea-Caribe (UE-CELAC) en Santa Marta, Colombia.
El mandatario español llega con el propósito de fortalecer la posición europea en materia de transición ecológica y cooperación internacional, en un momento marcado por tensiones políticas globales y el desafío del cambio climático.
Durante su intervención en la COP 30, Sánchez respaldó el compromiso de la Unión Europea de reducir en un 90 % las emisiones contaminantes para el año 2040, destacando la necesidad de una acción climática global “basada en la justicia ambiental y la corresponsabilidad”. Asimismo, subrayó la urgencia de apoyar a las regiones más vulnerables, como América Latina y el Caribe, en la adaptación a fenómenos climáticos extremos.
“El futuro del planeta no puede depender de los intereses inmediatos de las grandes potencias. El cambio climático es el mayor reto de nuestra era, y la cooperación debe prevalecer sobre la división”, afirmó Sánchez en su discurso en Belém.
Tras su paso por Brasil, el líder español participará en la Cumbre UE-Caribe en Colombia, donde se abordarán temas de inversión sostenible, gobernanza democrática y comercio justo. Se espera que España impulse nuevos acuerdos de cooperación verde y programas de apoyo técnico para fortalecer la resiliencia económica de la región.
Fuentes diplomáticas informaron que Sánchez mantendrá encuentros bilaterales con los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, así como con representantes del Caricom, en un intento por consolidar la presencia europea frente a la creciente influencia económica de China en el continente.
La visita también tiene un componente político estratégico: reafirmar el papel de España como puente entre Europa y América Latina. Analistas señalan que la diplomacia ibérica busca proyectar una imagen de mediador ante las crisis regionales, incluida la situación en Venezuela, que continúa siendo un punto de fricción en la agenda internacional.
