Joran van der Sloot, condenado por el asesinato de la joven Stephany Flores, reapareció públicamente tras intentar quitarse la vida en su celda del penal de Challapalca, ubicado a más de 5 mil metros sobre el nivel del mar en Perú. El hecho ocurrió días atrás y fue atendido de inmediato por personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). En un video, el neerlandés habló de su estado emocional y los motivos que, según señaló, lo llevaron a querer suicidarse. El episodio generó una ola de reacciones y reavivó el recuerdo del brutal crimen que apagó la vida de la peruana de 21 años, un caso cuyo impacto sigue latente en la memoria colectiva. Declaraciones desde el penal de Challapalca En la grabación, Van der Sloot aseguró atravesar un cuadro de depresión. “Estaba muy deprimido. Como saben, soy paciente psiquiátrico”, expresó ante las cámaras. Su testimonio fue difundido en un reportaje de Panamericana.
El material difundido también mostró imágenes del condenado con una soga alrededor del cuello y los surcos visibles tras el intento de acabar con su vida. Las fotografías evidencian la gravedad del episodio que tuvo lugar al interior de la cárcel. “Cada día yo veo que, para nosotros los internos, la situación está peor acá”, mencionó el sujeto, que también estuvo recluido en Ancón I. “Mi cabeza me dice que ya no quiere vivir”: la oscura revelación de Joran van der Sloot Asimismo, comentó que extraña a su familia, palabras que causaron rechazo por arrebatarle la vida a una mujer inocente en el distrito limeño de Miraflores, en mayo de 2010.
En otro momento, Van der Sloot contó lo que pasa por su mente: “Llega un punto en la que ya…. Me dice mi cabeza que ya no quería… No quería vivir”. Posteriormente, reconoció que lo suscitado fue un error y calificó su decisión como una equivocación. Estas declaraciones se hicieron públicas mientras cumple una sentencia de 28 años de pena privativa de la libertad en uno de los centros penitenciarios más severos del país. Sobre ello, el INPE confirmó que se activaron los protocolos correspondientes y que el individuo permanece bajo observación, sin desviar la atención del crimen que marcó la vida de los familiares de Stephany Flores.

