Donald Trump, presidente de Estados Unidos, presentó una demanda contra la BBC en un tribunal federal de Miami en la que reclama al menos 10.000 millones de dólares (unos 8.500 millones de euros) por la edición de un discurso suyo previo al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. El mandatario acusa a la cadena pública británica de difamación y de violar la ley de prácticas comerciales engañosas de Florida, al crear la impresión de que estaba llamando a la violencia.
La demanda sostiene que un documental de la BBC “manipuló” un discurso de Trump en Washington al “empalmar” dos fragmentos separados por unos 55 minutos, eliminando la parte en la que pedía a sus seguidores manifestarse “pacíficamente y patrióticamente”. Según el escrito de 46 páginas, esa edición habría dado “intencionalmente” a los espectadores la impresión de que el presidente estimulaba la violencia justo antes del asalto al Capitolio.
El equipo legal de Trump reclama 5.000 millones de dólares por el cargo de difamación y otros 5.000 millones por supuesta violación de la Florida Deceptive and Unfair Trade Practices Act. En declaraciones a la prensa, Trump afirmó que la BBC “puso palabras en su boca” y sugirió que la cadena pudo haber usado “inteligencia artificial” para hacerle decir cosas que nunca pronunció públicamente.
Antecedentes: disculpa de la BBC y amenaza previa
La BBC ya había admitido en noviembre que la edición del discurso, emitida en un programa de análisis sobre el asalto al Capitolio, podía dar “erróneamente la impresión de un llamamiento a la violencia” y ofreció una disculpa pública. No obstante, la corporación rechazó la magnitud de la compensación económica exigida por el presidente, lo que llevó a Trump a reiterar su intención de acudir a los tribunales.
En noviembre, el mandatario ya había amenazado con demandar a la BBC si no se retractaba plenamente por lo que describió como “manipulación” de su discurso, llegando entonces a hablar de una posible reclamación de 1.000 millones de dólares. La acción presentada ahora eleva esa cifra hasta los 10.000 millones y abre un nuevo frente judicial y político en la relación entre Trump y los grandes medios internacionales.
