El presidente Xi Jinping y el primer ministro ruso Mijaíl Mishustin sellaron nuevos acuerdos de cooperación económica y tecnológica en Pekín, reafirmando su compromiso frente a la presión de Occidente.
China y Rusia reforzaron su alianza estratégica con una serie de compromisos económicos y tecnológicos anunciados durante la visita del primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, a la capital china. El presidente Xi Jinping destacó que la relación entre ambos países “se mantiene sólida y orientada al desarrollo conjunto, pese a las sanciones y las presiones externas”.
Durante la reunión celebrada en el Gran Palacio del Pueblo, Xi Jinping y Mijaíl Mishustin abordaron temas de inversión, energía, agricultura y cooperación tecnológica. Según el comunicado conjunto, ambos gobiernos se comprometieron a aumentar el volumen del comercio bilateral, que ya supera los 240 mil millones de dólares anuales, y a ampliar la colaboración en infraestructura, transporte y seguridad alimentaria.
El presidente chino destacó que la cooperación con Rusia “no solo es estratégica, sino también una necesidad para garantizar el equilibrio global”. Enfatizó que los lazos bilaterales servirán de contrapeso a los intentos de aislamiento económico promovidos por algunos países occidentales.
Por su parte, Mishustin agradeció el respaldo de China y subrayó que Moscú busca “una asociación pragmática basada en el respeto mutuo y el beneficio compartido”. Añadió que la relación entre ambos países “ha demostrado ser un pilar estable en medio de la inestabilidad geopolítica actual”.
Entre los acuerdos firmados se incluye un plan de cooperación en inteligencia artificial aplicada a la agricultura, nuevos proyectos energéticos conjuntos en Siberia y la modernización de corredores ferroviarios para mejorar el tránsito comercial entre Asia y Europa.
El acercamiento sino-ruso refleja un reordenamiento del mapa económico global. Mientras Moscú intenta compensar las sanciones que afectan a sus exportaciones de gas y petróleo, China consolida su papel como principal socio comercial alternativo. Este eje estratégico podría redefinir las relaciones económicas en Eurasia y ampliar la influencia política de ambos países frente a Estados Unidos y la Unión Europea.
