En el mes de las personas adultas mayores, es fundamental recordar la importancia del cuidado de la salud visual. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 45% de los casos de discapacidad visual en esta etapa, podría haberse evitado. Por ello, es crucial realizarse exámenes oftalmológicos de manera regular, pues son esenciales para detectar y tratar afecciones que pueden impactar la calidad de vida.
“Esta es una oportunidad para reflexionar sobre el respeto que merece este grupo de ciudadanos por el rol y valor que tienen en nuestra sociedad. En Perú, el 15% de ellos enfrenta alguna discapacidad visual. Nosotros, como asociación luchamos por sus derechos y trabajamos por visibilizar su diversidad y necesidades, desde un enfoque intergeneracional para que todos podamos envejecer con facultad y libertad; contando con una buena salud visual durante esta etapa de vida”, comenta Rosaestela Gómez Holguín, cofundadora de la asociación Nietos Itinerantes.
Realizarse chequeos oftalmológicos regularmente es esencial para detectar a tiempo problemas oculares como catarata, glaucoma, degeneración macular, entre otros, que a menudo no presentan síntomas en sus primeras etapas. Estos exámenes permiten iniciar tratamientos tempranos y prevenir una pérdida de la visión significativa. Además, los chequeos visuales preventivos nos ayudan también a detectar problemas de salud en general, como diabetes o hipertensión, lo cual nos permite tomar acción para mejorar la calidad de vida y la autonomía e independencia.
A continuación, algunos exámenes médicos oftalmológicos que deben realizarse para promover el diagnóstico temprano y prevenir la ceguera:
1. Examen de agudeza visual (mide la claridad de la visión)
Es importante para detectar problemas como miopía, hipermetropía o astigmatismo. La pérdida de agudeza visual también puede ser un signo de enfermedades como la degeneración macular o el glaucoma.
2. Tonometría (mide la presión intraocular)
Sirve para detectar el glaucoma, una enfermedad que puede dañar el nervio óptico y llevar a la pérdida de visión si no se trata a tiempo.
3. Examen de fondo de ojo (oftalmoscopía):
Permite observar el estado de la retina, el nervio óptico y los vasos sanguíneos del ojo. Puede ayudar a detectar enfermedades como la retinopatía diabética, la degeneración macular y otras enfermedades que afectan la retina como la diabetes y la hipertensión arterial.
4. Campimetría (campo visual):
Es crucial para detectar problemas como el glaucoma, que puede causar pérdida de visión periférica y, eventualmente, pérdida de visión central si no se trata.
5. Tomografía de coherencia óptica (OCT):
Proporciona imágenes transversales de la retina y el nervio óptico. Es útil para diagnosticar y monitorear enfermedades como la degeneración macular húmeda, el glaucoma y la retinopatía diabética.
“El cuidado de la salud visual es esencial para mantener una vida activa e independiente en la adultez mayor. La pérdida de visión puede limitar la integración social y afectar negativamente la salud en general y provocar accidentes en casa que pueden ser fatales. Es importante cultivar la cultura preventiva”, señala Mercedes Viera, vocera de la Red Internacional para la Prevención del Maltrato a las Personas Mayores (INPEA).