Estados Unidos y China ajustaron drásticamente sus aranceles, tras una reunión entre altos funcionarios de ambos países celebrada en Suiza. El acuerdo que durará 90 días radica en reducir el impuesto de 145% a 30% para las importaciones chinas que lleguen a Norteamérica, y de 125% a 10% para los envíos estadounidenses que ingresen al país asiático. Según un documento publicado por la Casa Blanca, ambas naciones deberán adoptar estas medidas antes del 14 de mayo.
Si bien las negociaciones se cerraron el último domingo, hoy se conocieron estos detalles generando un escenario optimista que se tradujo rápidamente en los principales indicadores bursátiles: el S&P 500 creció 3,26%, el Dow Jones 2,81%, y el Nasdaq 4,35%, e incluso en el precio del petróleo.

Presidentes de Estados Unidos y China
El acuerdo “es positivo en todos los términos”, señaló Edgar Vásquez Vela, director del CIEN-ADEX. “Esperemos que no se tomen los 90 días, sino que se genere un acuerdo lo más pronto posible y disipe las tensiones y los riesgos de la economía mundial”, agregó.
Por su parte, Juan Carlos Mathews, exministro de Comercio Exterior y Turismo y decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la USIL, mencionó que lo anunciado “es una señal de tranquilidad porque, en términos generales, la crisis arancelaria estaba encareciendo las operaciones de comercio exterior, reduciendo el comercio y, por lo tanto, desacelerando el crecimiento de las economías”.
Factores que habrían motivado la tregua
En efecto, la guerra arancelaria generó un encarecimiento de los bonos del tesoro en Estados Unidos; además, las tasas no se reducen y los precios generales están elevando la inflación creando una menor perspectiva de crecimiento económico para este país.
De otro lado, China mantiene una contracción y casi paralización de sus envíos a Estados Unidos, y de esta forma, queda también en un terreno de menor crecimiento económico. Con este escenario, para Vásquez queda claro que las reuniones se han guiado por el lado más práctico. “Aquí hay una cuestión pragmática que obliga a ambos países a conversar”, precisó.
Aunque hay otro incentivo que podría haber influido en este acuerdo y es la ausencia de buques provenientes de China a los puertos estadounidenses por un lapso de 12 horas, previas al inicio de las conversaciones, detalló Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú).

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China comienzan a reflejarse en la cadena de suministro (Foto: Freepik)
Pese a el acuerdo y sus motivaciones, Zacnich resaltó que el escenario de incertidumbre todavía no se ha disuelto. Para la ventana de 90 días, prevé un mayor movimiento de importaciones, pues los actores aprovecharán en adelantar órdenes de compra y envíos, pero “el día 91 no sabes lo que va a pasar. Ese es el gran problema”, advirtió.
“El daño ya está hecho y mientras no se revierta con una firma o un acuerdo de que (los aranceles altos) no van a seguir en lo que resta del periodo de gobierno, todo va a seguir inestable”, refirió.
Efectos del acuerdo en el Perú
La tregua comercial abre un escenario de posibilidades para Perú. Una de ellas, destaca Zacnich, es que se mitigue el riesgo de un mayor ingreso de textiles chinos al país. “Por el hecho de que China ya no iba a colocar sus productos en Estados Unidos, iba a aprovechar el resto del mundo, más aún Perú. Ahora, de alguna u otra manera, esta ventana de 90 días podría reducir este riesgo, que de momento tampoco se había cristalizado”, explicó.
A nivel diplomático también genera una proyección para los demás países que buscan renegociar los aranceles con Trump, entre ellos el Perú. Vásquez observa una disposición del presidente estadounidense por reducir las tensiones comerciales. Prueba de ello es el último acuerdo con Reino Unido respecto al rubro automotriz.
“Entendiendo que Estados Unidos está dando prioridad a los socios más grandes y con quienes tienen relaciones más complejas, hay que tener el arte para que nuestra diplomacia, tanto por el lado de Cancillería como nuestro vínculo comercial del Mincetur y el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), logren colocar al Perú en esa agenda y que puedan iniciar conversaciones más en serio que nos permitan desmantelar ese 10% (impuesto a Perú)”, mencionó.
