Estados Unidos y Japón firmaron este lunes un acuerdo estratégico para garantizar el suministro de minerales críticos —conocidos como tierras raras— y ampliar su cooperación en energía nuclear y tecnología verde.
Durante su primera reunión en Tokio, el presidente Donald Trump destacó el liderazgo de la nueva primera ministra Sanae Takaichi, al afirmar que “Japón es un socio confiable y esencial para el equilibrio económico y de seguridad en Asia”.
El convenio establece la creación de reservas conjuntas de minerales críticos, fundamentales para la fabricación de chips, baterías y equipamientos militares, además de impulsar la investigación compartida en reactores nucleares de última generación.
Takaichi subrayó que este paso “fortalece la soberanía tecnológica japonesa y la estabilidad energética global”. Fuentes diplomáticas indicaron que el acuerdo responde al interés de ambos países por reducir la dependencia de las cadenas de suministro controladas por China.
Según el Departamento de Energía estadounidense, se prevé una inversión inicial de 3.000 millones de dólares para nuevos proyectos de extracción y refinamiento de tierras raras en Asia y América Latina.



