El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un plan de paz para Gaza presentado por el expresidente Donald Trump, en una resolución que contó con 13 votos favorables y las abstenciones de Rusia y China, sin votos en contra. Esta resolución representa un aval internacional crucial a un proyecto que busca establecer una paz estable en la conflictiva Franja de Gaza tras años de violencia y enfrentamientos.
El plan, estructurado en 20 puntos, se enfoca en la creación de una Gaza libre de terrorismo y desradicalizada, sin que el territorio represente una amenaza para sus vecinos. Una pieza central es la formación de una Fuerza Internacional de Seguridad (ISF) que tendrá presencia hasta diciembre de 2027 para asegurar las fronteras con Israel y Egipto, proteger a la población civil y garantizar corredores humanitarios. Esta fuerza internacional estará compuesta por países aliados y encargada de supervisar la transición hacia una estabilidad duradera en la región.
En cuanto a la gobernanza, el plan propone un gobierno transitorio para Gaza bajo el control de una “Junta de Paz” presidida por el propio Trump. Este órgano supervisará la administración temporal del territorio mientras se implementan reformas necesarias para la pacificación y reconstrucción. El plan establece un calendario para un alto el fuego inmediato, con Israel retirando progresivamente sus tropas a medida que se afiance el control internacional.
Entre los puntos humanitarios destacan la liberación simultánea de rehenes israelíes y presos palestinos, la destrucción de la infraestructura militar de Hamas, incluidos túneles y fábricas de armas, y la prohibición de que Hamas tenga cualquier rol político o militar en el futuro gobierno de Gaza. Se prevé también un ambicioso programa de reconstrucción económica y social financiado por la comunidad internacional, con la creación de una zona económica especial que favorezca el desarrollo y la libre circulación en el enclave.
Finalmente, el plan reconoce el camino hacia una solución política basada en la coexistencia pacífica y la posibilidad de establecer un Estado palestino en el mediano plazo, bajo condiciones estrictas de seguridad y reformas. Destaca el compromiso de Israel de no anexar ni ocupar territorios más allá de un perímetro de seguridad durante la fase de transición.
Este plan ha sido recibido con una mezcla de apoyo y escepticismo. Mientras Estados Unidos, Israel y varios países aliados lo respaldan como una oportunidad histórica para la paz, grupos como Hamas lo han rechazado, considerando que no incluye garantías plenas para sus intereses y participación. No obstante, con la aprobación del Consejo de Seguridad, el plan adquiere una legitimidad clave para su posible implementación, marcando un paso significativo en la búsqueda de la paz en Medio Oriente después de años de conflicto persistente.
En resumen, el plan de paz de Trump para Gaza aprobado por la ONU es un acuerdo integral que incluye desmilitarización, seguridad internacional, gobernanza transicional y desarrollo económico con la meta de una paz estable y el eventual reconocimiento de un Estado palestino.
