El Comando Sur de las Fuerzas Armadas de EE.UU. informó que su Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear ejecutó “ataques cinéticos letales” contra dos embarcaciones en aguas internacionales del Pacífico Oriental. Según el parte militar, tres personas murieron en el primer bote y dos en el segundo, todos descritos por Estados Unidos como “narcoterroristas varones”, sin bajas entre las tropas estadounidenses.
Los ataques se produjeron un día después de otra operación similar contra una tercera embarcación en la misma zona, que dejó cuatro fallecidos, por lo que en dos días el saldo asciende a nueve muertos. Con estas acciones, se trata ya del vigésimo octavo bombardeo contra lanchas desde el inicio de la campaña y la cifra total de fallecidos supera las 100 personas, de acuerdo con los datos del propio Pentágono.
El Comando Sur sostiene que las embarcaciones formaban parte de operaciones de narcotráfico y estaban “operadas por organizaciones terroristas designadas”, si bien no ha presentado pruebas públicas detalladas que vinculen cada objetivo concreto con actividades criminales. En redes sociales, el mando difundió imágenes de las lanchas navegando a gran velocidad antes de ser alcanzadas por las explosiones.
La Administración Trump defiende estos bombardeos como una escalada necesaria en una supuesta “guerra armada” contra los cárteles de la droga que usan rutas marítimas en el Pacífico y el Caribe para enviar cargamentos hacia Estados Unidos. Sin embargo, juristas y organizaciones de derechos humanos cuestionan la legalidad y proporcionalidad de estas acciones, alertan sobre la falta de transparencia en la identificación de los blancos y subrayan que no se ha divulgado información independiente sobre las víctimas.
