Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, calificó el «caso Negreira» como el mayor escándalo de la historia del fútbol durante la comida de Navidad con medios en la Ciudad Real Madrid. Insistió en que este caso representa el problema más grave del fútbol actual, incluso a nivel internacional, y criticó la pasividad de la RFEF y LaLiga por no velar por la integridad de la competición.
Pérez denunció que el Real Madrid es el único club luchando por justicia en el caso penal, recordando pagos de más de 8 millones de euros por informes arbitrales que nunca llegaron a los entrenadores del Barcelona. Lamentó decisiones arbitrales recientes, como las zancadillas no pitadas a Vinícius y Rodrygo, y el uso del VAR por un árbitro que amenazó previamente al club. Aseguró que otros clubes podrían haber sido perjudicados, incluso descendiendo por este escándalo calificado como «corrupción sistémica».
Exigió un cambio radical en las estructuras del arbitraje español para regenerar el fútbol y recuperar su credibilidad, instando a los medios a impulsar la justicia en 2026. Destacó logros del club, como 58 títulos en 15 años y la transformación del Bernabéu, junto al impacto social de la Fundación Real Madrid.
