A pesar del estado de emergencia en Lima, la delincuencia continúa ganando terreno, afectando a empresarios, comerciantes y ciudadanos de a pie, siendo Gamarra uno de los sectores más golpeados.
En las últimas semanas, los crímenes relacionados a la extorsión crecieron a niveles alarmantes, dejando en evidencia la incapacidad del Estado para frenar este fenómeno, que parece haberse normalizado en la vida diaria de los limeños.
El emporio comercial ubicado en el distrito de La Victoria, es una zona donde los extorsionadores mantienen a los emprendedores bajo amenaza constante. Videos de sicarios intimidando a sus víctimas circulan en redes sociales, y los testimonios de los afectados reflejan el miedo y la desesperación.
“Nos sentimos completamente desprotegidos”, señaló uno de los afectados que, bajo condición de anonimato, reveló para un reportaje de ‘Contracorriente’ cómo fue forzado a pagar cupos para poder continuar con su negocio.
La hija de un efectivo de la PNP recientemente asesinado compartió su testimonio, manifestando el dolor y la impotencia que siente tras la muerte de su padre, una de las tantas víctimas de esta ola de criminalidad.
El impacto de estas extorsiones no se limita a grandes empresarios. Emprendedores, choferes, e incluso comedores populares y ollas comunes están en la mira de estas organizaciones delictivas.
Extorsión en auge: se registra 15,000 denuncias en lo que va del 2024
En lo que va del 2024, se registraron más de 15,000 denuncias relacionadas a cobros de cupos en todo el país, con un promedio de 59 casos diarios solo en Lima.
A pesar de las medidas implementadas por el Gobierno, como el estado de emergencia y la línea 111, los ciudadanos denuncian que la criminalidad sigue en auge.
“Es como si los delincuentes supieran que no hay nadie para detenerlos”, expresó un manifestante durante una protesta.
La presidenta de la República, Dina Boluarte, rompió su silencio recientemente, calificando esta situación como “terrorismo de imagen”, y minimizando la gravedad de los hechos. Sin embargo, la población no percibe cambios significativos, y las críticas hacia la gestión estatal no cesan.
En tanto, la Policía Nacional del Perú (PNP) detalló que, en promedio, se registra una nueva denuncia por extorsión cada 24 minutos, y las cifras continúan en aumento.
Uno de los casos más recientes ocurrió en el distrito de La Victoria, donde una balacera relacionada con el cobro de cupos dejó cuatro personas fallecidas, entre ellas un policía en retiro de 62 años. Los familiares de las víctimas exigen justicia, pero la respuesta del Estado sigue siendo insuficiente.
“Nos arrebataron a nuestros seres queridos, y nadie hace nada”, lamentó la hija del agente fallecido.
En tanto, las organizaciones criminales continúan operando con impunidad, extendiendo su control sobre diferentes zonas de la capital.
Comerciantes de Gamarra extorsionados previo a campaña navideña
Mientras tanto, los comerciantes de Gamarra denuncian que los extorsionadores les exigen 20,000 soles para poder iniciar la campaña navideña. Ante esta amenaza, muchos empresarios temen por sus vidas y la de sus familias, según se detalló en el reportaje de ‘Contracorriente’.
“Llevamos años pagando para poder trabajar, pero ya no podemos seguir así”, expresó una vendedora ambulante.
El panorama en Lima es desolador, con ciudadanos atrapados entre el miedo a la extorsión y la falta de respuestas por parte del Ejecutivo.
Los limeños se sienten inseguros tanto en las calles como en sus propios hogares, y la criminalidad parece superar a las autoridades, mientras la población exige acciones concretas para recuperar la paz en la ciudad.