Chile entró oficialmente en una nueva fase electoral luego de que el Servicio Electoral confirmara que Jeannette Jara, candidata de izquierda, y José Antonio Kast, representante de la ultraderecha, competirán en la segunda vuelta presidencial del 14 de diciembre de 2025. Ambos candidatos lideraron una jornada electoral de alta participación, consolidando un escenario profundamente polarizado en el país.
Jara, exministra de Trabajo y figura cercana a los movimientos sociales, obtuvo alrededor del 26,7 % de los votos, posicionándose como la candidata más votada. Su campaña se ha centrado en la ampliación de derechos sociales, la reforma del sistema de pensiones y una mayor intervención del Estado en áreas estratégicas. Analistas destacan que su avance refleja el respaldo de sectores que buscan continuar y profundizar las transformaciones impulsadas en el último ciclo político.
Por su parte, Kast —líder del Partido Republicano— logró cerca del 24,1 %, confirmando su peso político entre los votantes conservadores. Ha basado su discurso en el orden público, la reducción del tamaño del Estado y un enfoque más estricto en materia migratoria. Su pase a segunda vuelta evidencia que una parte importante del electorado respalda propuestas asociadas a la seguridad, identidad nacional y políticas económicas de corte liberal.
Los candidatos Franco Parisi (centro-derecha), con 19,5 %, y Johannes Kaiser (ultraderecha), con casi 14 %, quedaron fuera de competencia, aunque sus bases de apoyo serán clave para definir la segunda vuelta. Tanto Kast como Jara han iniciado acercamientos estratégicos para captar a estos votantes, que podrían inclinar el resultado final.
El panorama político que se abre es de fuerte contraste. Mientras Jara propone un Estado más activo y un énfasis en derechos sociales, Kast plantea un giro hacia políticas de seguridad y libre mercado. Esta elección será vista en toda la región como un indicador del rumbo ideológico de Chile tras años de debate constitucional, tensiones sociales y búsqueda de estabilidad institucional.
Con las encuestas anticipando una contienda estrecha, Chile se prepara para una de las segundas vueltas más disputadas desde el retorno a la democracia.
