El voraz incendio desatado en el corazón del Cercado de Lima en la noche del lunes ha demandado el trabajo de más de 300 integrantes del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP). Cuatro edificios han sido afectados por el fuego y están en riesgo de colapso. Alfonso Panizo Otero, brigadier general de los Bomberos, declaró que los inmuebles incumplen con normas de seguridad, lo cual ha dificultado el acceso de los hombres de rojo para atender la emergencia. “Están hechos para complicarnos la vida”, expresó.
Los trabajos para extinguir el incendio se extenderían hasta el jueves. Por el momento, los bomberos no han determinado las razones que ocasionaron el siniestro. No obstante, Panizo explicó las causas de la propagación del fuego.
“Se ha propagado por la irradiación de calor y el exceso de temperatura del incendio. Ha alcanzado material inflamable que estaba en los edificios. Además, hemos tenido problemas con el abastecimiento de agua, porque Lima no tiene la presión residual de agua suficiente para combatir una emergencia de esta magnitud”, detalló. “En esta zona solo hay dos hidrantes cercanos. Debería haber uno en cada esquina.”, expresó.
Entrevista a Alfonso Panizo, brigadier de los Bomberos de JOSE HERNAN FRANCISCO CAYETANO CHAVEZ
Cesar Calderón, gerente de la Gestión del Riesgo de Desastre (GRD) de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), declaró a este Diario sobre los objetos inflamables que hallaron los bomberos. “Los bomberos nos informaron que encontraron diversos objetos de plástico, como juguetes, piñatas y cotillón. También había insumos de cocina, como sillao y aceite de ajonjolí», manifestó.

Comerciantes rescatan sus productos
Comerciantes retiran productos de uno de los edificios afectados desde un acceso en la Prolongación Lucanas. Fotos: Julio Reaño/ @photo.gec
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Productos inflamables
Táperes, juguetes, loncheras, jarras, cartuchera y otros objetos de plástico fueron recogidos. Fotos: Julio Reaño/ @photo.gec
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El edificio del siniestro
Mario Casaretto, vocero de la MML, declaró a la prensa que el edificio donde inició el incendio funcionaba como un depósito clandestino de juguetes, que operaba sin certificado de Defensa Civil ni licencia de funcionamiento.
“Es un depósito clandestino de juguetes en la azotea de este edificio que no cuenta con certificado de Defensa Civil ni licencia de funcionamiento. Andamos denunciando el abuso que tiene el comerciante en buscar este tipo de viviendas que no pueden ser fiscalizadas porque los domicilios son inviolables. Crean una estructura de drywall y ahí hacen estos almacenes clandestinos que terminan en estas consecuencias que todos conocemos”, advirtió.

“Este local está multado, sancionado, está clausurado. Aun así, persiste en su rubro de querer tener la mayor cantidad de mercadería cerca al lugar de su venta”, afirmó.
Asimismo, denunció que, en otros inmuebles del Centro de Lima, los comerciantes buscan utilizar viviendas como depósitos clandestinos, lo que impide una fiscalización efectiva.
Al no poder ingresar a las viviendas, la municipalidad solo puede denunciar a los propietarios ante la policía y recién con esta denuncia y una orden judicial, ingresar a los predios.
De acuerdo a información a la que accedió El Comercio, el siniestro inició en un edificio al interior del Jr. Junín 1044, propiedad de Alejandrina Challco Arani.
El 3 de abril del 2023 el inmueble fue clausurado temporalmente por la Gerencia de Fiscalización y Control de la MML debido a que funcionaba como almacén sin los permisos correspondientes. “Carece de certificado vigente expedido por la subgerencia de inspecciones de seguridad en edificaciones”, se lee en la notificación de la MML.
La sanción fue recibida por Zenobia Challco Huirse, quien se identificó como encargada del inmueble.

No obstante, las personas a cargo de la propiedad hicieron caso omiso a la penalización. Por ello, el 25 del mismo mes la MML clausuró definitivamente el almacén clandestino luego de comprobar que no respetaba la ejecución de la clausura temporal.

“Se puede observar que se realiza la carga y descarga de mercadería mediante camiones de carga, contenedores, carretas, entre otros. Se encuentran ubicados en los pasadizos apilados uno encima del otro, continuando de esta manera con la actividad económica sin respetar la clausura temporal”, se lee en el acta de fiscalización.

Consultado al respecto, Calderón respondió que el edificio era utilizado como un almacén clandestino, que era alquilado por los propietarios para el almacén de productos. “La edificación no tenía ningún permiso, ni licencia, ni con ningún certificado. A pesar de eso, ejercía su actividad ilícita”, mencionó.
“El gran problema que tenemos en esta zona es que los dueños alquilan sus viviendas por mil o dos mil soles para almacenar productos sin permiso en épocas de campaña. Así ponen en riesgo a las personas a las que alquilan y a las personas que viven alrededor. Es una cadena de peligro”, agregó.
La quinta Santa Rosa en el Jr. Cangallo se ubica próxima a una de las paredes del edificio mencionado. El riesgo de colapso de este inmueble pone en peligro de destrucción a las 20 viviendas de quincha dentro de este conjunto habitacional.
Uno de los vecinos declaró a El Comercio que todos los edificios colindantes están llenos de contenedores y almacenes. «Venga acá por las noches y verá cómo cargan y descargan mercadería de plástico. Aquí hay policías y serenazgos en patrulla, pero parecen sus guardaespaldas, porque no hacen nada“, relató.
¿A dónde se evacuará a las familias damnificadas?
La GRD informó que este martes realizó el empadronamiento de 20 familias damnificadas, quienes son trasladadas al albergue temporal instalado en la plaza Italia para ponerlos a buen recaudo. “Allí se les está entregando kits de bienes de ayuda humanitaria que consta de carpas, 5 camas, utensilios de cocina, útiles de aseo, abrigo en caso se requiera, entre otros, además de la instalación de baños portátiles”, comunicó la institución.
Asimismo, en coordinación con la Gerencia de Desarrollo Humano, gestionará la entrega de 200 raciones de alimentos para las familias damnificadas y afectadas por el incendio.