“Lo arreglan, pero los huecos vuelven a aparecer. Hay bastantes accidentes, y los vehículos terminan con las llantas pinchadas”, declaró una mujer que vive cerca al puente Santa Clara II. Según su testimonio, la falta de presencia de las autoridades, iluminación y el mantenimiento adecuado han convertido la tarea de cruzar este puente en una cuestión de suerte: no se sabe si al pasar, se formará un nuevo agujero y el vehículo caerá.

Esta situación alarmante afecta a más de 10.000 habitantes de Ate y Lurigancho-Chosica, quienes diariamente utilizan esta vía alterna para evitar el tráfico del puente Huachipa. En las últimas semanas, la aparición de nuevos forados en el puente, que cuenta con casi 15 años de instalación, ha ocasionado diversos accidentes.

Cabe resaltar que hace tres años, este Diario alertó sobre un gran hueco en el tablero de metal de la estructura, poniendo en riesgo a los ciudadanos que cruzaban por allí. A pesar de que las autoridades anunciaron que se realizarían los trabajos de mantenimiento correspondientes, la situación no ha mejorado para la estructura donde transitan más de 100 vehículos al día, según personas de la zona.

Frente a esta problemática, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) informó que la gestión del puente está a cargo de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML). No obstante, debido a la urgencia de restablecer el tránsito en la vía, se ha realizado una inspección técnica para verificar las condiciones del puente y se suministrarán los materiales necesarios para reemplazar los paneles del piso que requieren cambio.
Por su parte, la ingeniera civil Ana Ríos, experta en puentes, declaró que en este tipo de estructuras modulares es necesaria una revisión periódica para verificar el estado de las piezas y, de ser necesario, realizar cambios. Asimismo, precisó que el tránsito constante de vehículos de carga pesada, sin el correcto mantenimiento, afecta el tablero metálico.
De provisional a permanente
En 2008, durante el segundo gobierno de Alan García, se instaló un puente provisional vehicular para conectar la Carretera Central con la vía de Carapongo. En ese entonces, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ejecutó la obra por un monto de S/6 ‘500.000, completandose en un plazo de 75 días, según informó Andina. La inauguración fue ampliamente celebrada por los vecinos de la zona, quienes finalmente pudieron cruzar de un distrito a otro sin tener que recorrer largos tramos de carretera.
Tres años después, en 2011, el MTC construyó otro puente modular paralelo al Santa Clara, denominado Santa Clara II. Según documentos oficiales, para julio de 2011, la estructura metálica tipo ACROW había sido montada sobre los estribos y pilares de concreto. Con una longitud total de 103.80 metros y un ancho de 4.20 metros, el puente fue diseñado para mejorar la conectividad de la zona.

En 2013, Provias Descentralizado aprobó, mediante la Resolución Directoral N°889-2013-MTC/21, el expediente para el desmontaje del puente Santa Clara (el de 2008). Se estimaba que esta tarea tomaría aproximadamente 60 días calendario. La estructura debía ser enviada a los almacenes de Provias Nacional, ubicados en el Serpentín de Pasamayo, según un documento oficial de la entidad.

Como consecuencia de este retiro, varios bloques de concreto quedaron junto al puente provisional paralelo, el Santa Clara II, que actualmente se encuentra visiblemente deteriorado debido a la aparente falta de mantenimiento.

Según la Municipalidad Distrital de Ate, el retiro del puente original generó muchas quejas entre los vecinos. Como resultado, el Santa Clara II ha permanecido en el lugar durante los últimos 14 años, pese a que las condiciones actuales reflejan la necesidad urgente de intervención. Asimismo, la comuna informó que la permanencia de ambas estructuras solo era hasta el fin de la construcción del puente Huachipa, aproximadamente en 2011.