Durante la IV Cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE), celebrada en Cartagena de Indias, la delegación europea reafirmó su compromiso con la defensa del Derecho Internacional, tras los recientes ataques de Estados Unidos contra embarcaciones en aguas del Caribe.
La alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, sostuvo que “el uso de la fuerza solo es legítimo en los marcos previstos por la Carta de las Naciones Unidas, en casos de autodefensa o con mandato del Consejo de Seguridad”. Kallas subrayó que la Unión Europea “no puede guardar silencio ante acciones unilaterales que ponen en riesgo la estabilidad regional”.
El pronunciamiento se produjo en un contexto de creciente tensión, luego de que operaciones militares estadounidenses contra presuntas narcolanchas dejaran varios fallecidos, lo que generó rechazo en países caribeños y latinoamericanos. Diversos gobiernos de la región calificaron los ataques como “violaciones a la soberanía marítima”.
El presidente colombiano Gustavo Petro, anfitrión del encuentro, respaldó la postura europea y advirtió que “el Caribe no puede convertirse en un escenario de confrontación ni de intervenciones militares al margen del derecho”. Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, llamó a fortalecer la cooperación entre América Latina y Europa “para construir un orden internacional basado en normas y respeto mutuo”.
La declaración final de la cumbre incluyó una apelación conjunta al multilateralismo, a la paz y al respeto de la soberanía de los pueblos, dejando en evidencia una posición crítica frente a las acciones recientes de Washington en la zona.
