Reunidos en Berlín, varios líderes europeos acordaron ofrecer a Ucrania “sólidas garantías de seguridad y medidas de apoyo a la recuperación económica”, con participación de Estados Unidos en el esquema de seguridad y verificación. El objetivo es enmarcar estas garantías dentro de un eventual acuerdo para poner fin a la guerra, que incluya un alto el fuego vigilado internacionalmente y mecanismos de distensión.
La propuesta contempla un compromiso “jurídicamente vinculante, sujeto a procedimientos nacionales”, para que los países firmantes se obliguen a actuar si Ucrania sufre un futuro ataque armado. Además, se insiste en invertir en la prosperidad futura del país y en respaldar con firmeza su adhesión a la Unión Europea.
Los líderes europeos plantean crear una fuerza multinacional que contribuya a regenerar las tropas ucranianas, reforzar la seguridad del espacio aéreo y proteger los mares, incluso operando dentro de Ucrania. Esa fuerza estaría destinada a garantizar el cumplimiento de un alto el fuego y proteger a Ucrania frente a nuevas agresiones rusas.
Estados Unidos, por su parte, es señalado como el país que podría liderar un mecanismo internacional de seguimiento del alto el fuego y un sistema de desescalada, en coordinación con Europa y Kiev. Zelenski y sus socios europeos confían en que Washington proporcione garantías de seguridad equiparables, en la práctica, a las del Artículo 5 de la OTAN, aunque Ucrania no ingrese de inmediato en la Alianza.
Los mandatarios europeos remarcan que las fronteras internacionales no deben modificarse por la fuerza y que cualquier decisión sobre territorio ucraniano corresponde exclusivamente al pueblo de Ucrania. Subrayan también que apoyarán “cualquier decisión” que finalmente adopte el presidente Volodímir Zelenski sobre asuntos específicos del conflicto, siempre que se asiente sobre garantías de seguridad sólidas.
Los líderes destacan la “sólida convergencia” entre Estados Unidos, Ucrania y Europa, y valoran el “significativo progreso” de los esfuerzos diplomáticos del presidente Donald Trump para acercar una “paz justa y duradera” en Ucrania. Consideran, no obstante, que ahora corresponde a Rusia demostrar voluntad real de paz aceptando el plan propuesto y acordando un alto el fuego verificable.
