La era unicameral del Congreso está próxima a su fin, y las bancadas han iniciado la ronda de negociaciones con miras a elegir la última Mesa Directiva del periodo 2021-2026. Por el momento, la bancada de Somos Perú es la más voceada, con el aval de Fuerza Popular y Alianza para el Progreso (APP), e incluso barajan dos nombres para la presidencia legislativa.
Fuerza Popular y APP, dos de las bancadas con mayor peso numérico que inclinan la balanza de los votos, no están dispuestos a asumir la presidencia del Congreso durante el último año, y necesitan un aliado de confianza para la tarea. Por el momento, la apuesta está sobre Somos Perú, el grupo que los ha acompañado con sus votos en las anteriores elecciones legislativas.
De preferencia, para el último año se busca armar una composición que no tenga ni a APP ni a Fuerza Popular en la fórmula. Los primeros esbozos de lista han arrojado a Somos Perú en la presidencia, Acción Popular en la primera vicepresidencia, Perú Libre en la segunda vicepresidencia y Avanza País en la tercera vicepresidencia. El orden y algunas bancadas podrían cambiar, debido a que las conversaciones recién inician, pero la intención de las bancadas nombradas existe. Tampoco se descarta que Fuerza Popular o APP ocupen una de las vicepresidencias.
—Los cálculos—
“Nuestro objetivo es ser parte de la Mesa Directiva, no presidirla”, precisó Julio Chávez, presidente del partido Acción Popular. Cuando se le consultó sobre conversaciones con Somos Perú, dijo que “no, por lo menos de manera formal”.
En la bancada acciopopulista, los intereses parecen apuntar a un objetivo distintos. Distintas bancadas coincidieron en señalar que el legislador Luis Aragón ha venido sondeando un posible apoyo a su candidatura para la presidencia. Aragón ha postulado en procesos anteriores, pero sin éxito y como parte de una lista apoyada por bancadas de corte izquierdista.
Desde APP, el secretario general Luis Valdez reiteró que su bancada no tiene interés de seguir presidiendo el Congreso y dijo no estar seguro de que vayan a integrar la fórmula. Lo que parece tener más claro es la posible adhesión a favor de una candidatura de Somos Perú. “Podría ser una opción en tanto se pongan de acuerdo y propongan un candidato que otorgue seguridad, que genere consensos”, dijo.
En Somos Perú, existe bastante hermetismo sobre las negociaciones de la Mesa Directiva. Algunos congresistas de la bancada -quienes pidieron no ser nombrados- reconocieron que “existen propuestas, pero no hay definiciones”. “Son propuestas que han surgido en estas semanas, pero (la decisión) pasa porque el CEN del partido lo autorice, más allá del interés de la bancada o de algún congresista”, explicó la fuente consultada.
La indecisión de Somos Perú pasa por las mismas razones que APP y Fuerza Popular: lo perjudicial que puede ser controlar el Parlamento en un escenario electoral. Pese a ello, en la bancada se barajan dos nombres para la presidencia del Congreso: José Jerí y Ana Zegarra.
—Las cartas—
En los últimos meses, Jerí ha mantenido un perfil bajo después de dos denuncias en su contra: una supuesta violación y su incremento patrimonial durante su mandato legislativo. En tanto, Zegarra es una parlamentaria que ha ido ganando protagonismo, siendo la autora del proyecto que revivió el debate de la reelección de gobernadores y alcaldes; aunque es nueva en el quehacer legislativo debido a que obtuvo su curul recién en 2024 en su calidad de accesitaria del fallecido legislador Hitler Saavedra.
Jerí, según las fuentes consultadas, tiene aliados claves en las bancadas con mayor peso numérico: César Revilla (Fuerza Popular) e Ilich López (Acción Popular). Ambos legisladores tienen interés de integrar la fórmula directiva. En Fuerza Popular explicaron que aún se encuentran evaluando si mantendrán una vicepresidencia, y reconocieron que existen congresistas interesados en el cargo.
En caso Somos Perú desista de querer asumir la presidencia, en el bloque mayoritario se evalúa dar su respaldo a una bancada minoritaria como ha sucedido en anteriores periodos para el último año. El gran temor, según las fuentes, es que una vez instalados en el poder, el elegido deje de responder a los acuerdos de repartición de espacios en la estructura legislativa.