Miles de ciudadanos se han volcado a los centros comerciales de Mesa Redonda y Gamarra para realizar sus compras por fiestas de fin de año. ‘ContraCorriente’ captó como estos lugares lucen atiborrados de personas, que se empujan para poder avanzar. Puestos informales y pasadizos repletos de la presión humana. Además, de instalaciones clandestinas que podrían generar una tragedia.
Dos de los principales centros comerciales de Lima se han convertido en un laberinto sin salidas claras, sin rutas de evacuación y sin capacidad de respuesta a una emergencia. Este panorama genera pánico, ante el temor que pueda volver a ocurrir la tragedia, como que la sucedió en diciembre del año 2001, cuando un cohete encendido en plena Mesa Redonda provocó un infierno que se extendió por 4 manzanas. Generando explosiones de en cadena de todo tipo de pirotécnicos almacenados que arrasaron galerías enteras y bloquearon pasajes estrechos donde cientos quedaron atrapados, ocasionando 277 muertos, más de 180 desaparecidos y cientos de heridos.
Aproximadamente 14 mil personas transitan por estas calles del centro de Lima, pero las galerías solo tiene un aforo De 120, 200 y están completamente abarrotadas. Municipalidad de Lima instaló rejas como parte de su estrategia… con el fin de controlar accesos que nadie respeta, siendo todo un desastre masivo. Detalles del caso El verdadero peligro se encuentra dentro de las galerías clandestinas, funcionan como almacenes Improvisados, pasadizos tan angostos que apenas pasa una persona… techos con cables colgando… conexiones expuestas y estibadores cargando enormes cajas que pasan rozando las cabezas de los compradores. Las rutas de evacuación simplemente no existen… no hay extintores ni ventilación, menos salidas habilitadas. Niños expuestos a la asfixia y un desorden estructural que puede convertir esta y demás galerías en una tragedia. Estamos a semanas de Navidad. Y este es el panorama real: calles saturadas, rejas que no funcionan, galerías clandestinas que podrían convertirse en trampas mortales, y un recuerdo latente de un incendio. El caos recién comienza… y si nada cambia, la historia puede repetirse.


