Pese a la prolongada inestabilidad política en el país, diversos analistas internacionales coinciden en que Perú mantiene un perfil económico relativamente estable, lo que podría favorecer la llegada de capitales extranjeros.
La vacancia de Dina Boluarte, la asunción de José Jerí como presidente y los constantes cambios en el gabinete ministerial han generado un entorno de alta rotación política que ha sido señalado como un factor de riesgo por organismos de crédito y consultoras.
Sin embargo, en el ámbito económico, el país muestra signos de resiliencia. Según el análisis publicado por un medio especializado, Perú es el único país de la región con superávit en cuenta corriente, lo que refuerza su posición frente a inversores internacionales.
Entre los factores que destacan los expertos están:
• La persistencia de las exportaciones y flujos de capital hacia el país, lo cual ha ayudado a sostener la posición externa.
• La necesidad de reformas estructurales para elevar el ritmo de crecimiento —estimado entre 2,8 % y 3,2 % para 2025— a niveles que permitan cerrar brechas sociales significativas.
• El reconocimiento de la mejora en términos de institucionalidad económica, aun cuando las variables políticas siguen siendo volátiles.
Para los actores del sector privado, el mensaje resulta claro: aunque el panorama institucional no brinda certezas plenas, existen señales de que la economía peruana se mantiene operativa y con capacidad de atraer inversión, siempre que se apueste por claridad regulatoria y políticas de mediano plazo.

