El primer ministro de Bulgaria, Rosen Zhelyazkov, presentó formalmente su renuncia este viernes en medio de protestas masivas por descontento con un polémico plan presupuestario, según reportes oficiales.
La dimisión se produjo minutos antes de una votación de moción de censura en la Asamblea Nacional, reflejando semanas de manifestaciones multitudinarias en la capital y otras ciudades del país. Los ciudadanos habían rechazado duramente un proyecto presupuestario que incluía aumentos de impuestos y recortes de gasto social, lo que desató confrontaciones entre manifestantes y fuerzas policiales.
Aunque Bulgaria se apresta a ingresar oficialmente a la eurozona, programado para el primer trimestre de 2026, la crisis política pone presión sobre la estabilidad del proceso. El presidente Rumen Radev deberá ahora encabezar las gestiones para formar un nuevo gabinete; de no lograrse un consenso, se prevén elecciones anticipadas en los próximos meses.
Analistas europeos advierten que la inestabilidad política en un momento clave para la economía búlgara —vinculada a la adopción del euro— podría afectar la confianza de inversores y socios comerciales, aunque los mecanismos de integración financiera permanecen activos.
