La multitud tenía la atención puesta en el avance del minutero hacia la 1 en punto de la tarde de ayer. La manecilla llegó a la línea esperada y comenzó a sonar la campana, que con cada tañido indica una hora. “…Once, doce, trece”, contaba el público junto con cada repique. Tras un suspenso de tres segundos, un armonioso tañer de campanas dejó oír las notas del Himno Nacional. De esta forma, fue presentada la Torre Reloj del Parque Universitario luego de su restauración a cargo de Prolima, la gerencia de la Municipalidad de Lima (MML) que recupera el valor cultural del centro histórico de la capital.
En medio del emblemático Parque Universitario, se yergue la torre de 29 metros. Julio Reaño/@photo.gec
/ Julio Reaño
La torre tiene más de 29 metros de altura y fue inaugurada el 10 de julio de 1923. Fue construida con un estilo neoclásico y se compone de cuatro cuerpos separados por cornisas. El primero posee un acabado almohadillado en ocre. El segundo cuerpo posee tres ósculos arquitectónicos y ventanas. El tercero es el de mayor longitud y en él se encuentra el reloj. Finalmente, la cuarta sección está coronada por una cúpula de cobre y remates de madera.
Vista aérea de la torre restaurada – by: Julio Reaño de JOSE CAYETANO CHAVEZ
El proyecto para la restauración integral de la Torre Reloj inició en diciembre de 2024 y estuvo a cargo de un equipo multidisciplinario de más de 30 personas, entre especialistas en conservación, arquitectos y técnicos. Contempló la recuperación de su acabado original, el retiro de elementos incompatibles añadidos en intervenciones a lo largo de las décadas, el mantenimiento de su reloj y la mejora de su sistema de iluminación nocturna.
“Presentar esta obra es resultado de la pasión por las joyas del centro histórico de Lima. Por eso, se ha logrado descubrir y recuperar el diseño original de la torre, con una estética refinada en diferentes tonalidades. Protejamos juntos la historia de Lima”, destacó Rafael López Aliaga, alcalde de Lima.
Emblema entre dos naciones
En el lado este de su primer cuerpo, la torre cuenta con una placa conmemorativa en bronce con una representación del Huáscar, los escudos de Perú y Alemania, y un texto que reza así: “La colonia alemana a la república del Perú en el primer centenario de su independencia”.

Placa conmemorativa en bronce con una representación del Huáscar y los escudos de Perú y Alemania. Fotos: Julio Reaño/@photo.gec
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Este monumento fue edificado como obsequio de la colonia alemana en el Perú para conmemorar el primer centenario de la independencia de nuestra nación.
“La torre es un elemento icónico de la ciudad que se encuentra dentro de otro espacio icónico, como lo es el Parque Universitario. Otro aspecto destacable es que el reflejo de la hermandad que existe entre el pueblo de Alemania y el pueblo del Perú. Fue un obsequio de la comunidad alemana que vivía en el país en tiempos del centenario de nuestra independencia”, declaró a El Comercio Luis Martín Bogdanovich, gerente de Prolima.
La construcción de la torre-reloj estuvo a cargo del arquitecto alemán Friedrich Jordan Barkholtz y la firma de ingenieros Dunkelberg y Pellry. De acuerdo con la historiadora Carlo Casalino, el 30 de julio de 1921, Pedro Mujica Carassa, entonces alcalde de la ciudad, y las más distinguidas familias de alemanes en el país presenciaron la colocación de la primera piedra de la obra.
Carlos Saldarriaga, coordinador de Restauración de Prolima, informó a El Comercio que, como parte de las primeras labores para el diagnóstico del inmueble, se realizaron calas estratigráficas y ventanas de exploración en la cúpula y los cuatro cuerpos de la torre para analizar el material constitutivo y el número de repintes que cubrían al acabado original. De esta forma, se determinó que el soporte original de cuarzo había sido cubierto por seis capas de pintura y látex; estas fueron retiradas para que el monumento luzca su color primigenio.

Imagen del Parque Universitario y su torre en 1960. Archivo Histórico de El Comercio.
“En el caso de la cúpula de la Torre Reloj, se identificaron hasta diez capas de pintura superpuestas que ocultaban el material original de las piezas: el cobre. Gracias al trabajo de especialistas, se retiraron estas capas sin dañar el soporte y se aplicó un tratamiento especial para eliminar la corrosión y proteger el metal”, detalló.
Asimismo, se ha vuelto a encender el sistema de campanas que tocará el himno nacional cuatro veces al día: 8 de la mañana, mediodía, 6 de la tarde y a la medianoche. Además, la torre cuenta con iluminación ornamental, que resaltará el estilo arquitectónico del monumento en las noches.
Por otro lado, a partir de la evidencia fotográfica histórica, se repusieron elementos decorativos originales como una veleta y un anemómetro, instrumentos que antiguamente indicaban la dirección y velocidad del viento. “En lo más alto de la torre, los trabajos permitieron elaborar una compuerta que antiguamente permitía acceder al anemómetro, la cual ha sido fabricada en madera y recubierta con láminas de cobre, imitando su aspecto original”, agregó Saldarriaga.
La inversión para el proyecto de restauración fue de 800 mil soles. Cabe recordar que, el año pasado, Prolima restauró la fuente y ocho faroles de bronce del Parque Universitario.
El Comercio impulsó que el himno suene en el sesquicentenario de la independencia
En 1971, la Torre del Reloj estuvo en riesgo de no tocar el himno el 28 de julio, día en el que se celebraba el sesquicentenario de nuestra independencia.
El 10 de julio de 1971, El Comercio informó que el reloj no tocaría el himno el 28 de julio de aquel año. “Se tiene conocimiento que el mecanismo musical del reloj (…) ha quedado seriamente afectado por el sismo de mayo de 1970. Trascendió que la estructura concordante de 14 martillos y campanas está completamente descuadra y que corre peligro de desplomarse”, se lee en una nota breve.

Nota publicada el 10 de julio de 1971 en El Comercio.
En consecuencia, el decano de la prensa lanzó una iniciativa para arreglar el monumento. La noticia alertó a las autoridades y, en los días siguientes, se anunció que técnicos del Servicio Nacional de Adiestramiento en Trabajo Industrial (Senati) y expertos suizos en mecánica de precisión estarían a cargo de la reparación del complejo mecanismo del reloj.
La tarea no fue fácil y demandó 250 horas de trabajo, pues el valioso objeto había sido abandonado por muchos años. Días después, la noche del 26 de julio de 1971, el antiguo reloj empezó a funcionar bajo la supervisión del alcalde de la ciudad, Eduardo Dibós y el presidente del Consejo Nacional de Senati, George Scholfield.
El Comercio narró que, a las 8 p.m., varios transeúntes se detuvieron para escuchar las campanadas de la renovada reliquia. Tras ello, el alcalde Dibós informó que la máquina seguiría siendo revisada hasta que quede totalmente reparada y recién funcionaría con normalidad el 28 de julio. Además, anunció que los trabajos de mantenimiento continuarían después de los festejos por Fiestas Patrias.
Inesperado funcionamiento
Cerca del mediodía del 28 de julio de 1971, miles de personas acudieron al Parque Universitario. Hasta el lugar también llegaron decenas de cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas. La multitud estaba ansiosa por escuchar al reloj tocar el Himno Nacional peruano.
Sin embargo, a las 12 del día, el antiguo reloj empezó a dar varias campanadas y a tocar el himno patrio con algunas raras pausas. Los asistentes al lugar tuvieron que esforzarse para poder entender la melodía. Un anciano que estaba en la ceremonia explicó qué fue lo que realmente escuchó: “Eso no es el Himno que yo alcancé a escuchar cuando la máquina estaba en uso”, se lee en la crónica de El Comercio. Otras personas manifestaron que sí lo oyeron, pero que no sonó por completo.
Fue así como el himno sonó por cinco minutos. Al finalizar, Fretz Han, el ingeniero suizo que estuvo a cargo de la reparación del reloj, explicó el trabajo que hicieron: “Solo se ha hecho una reparación provisional. No se ha podido mejorar el sonido de las campanas, las cuales no han dado aún exactamente el tono. Después de las fiestas proseguiremos con la obra que esperamos terminarla en tres o cuatro meses más”.