El gremio exige al Gobierno interino de José Jerí medidas urgentes frente al aumento de asesinatos y cobros extorsivos en el transporte urbano.
Miles de transportistas de Lima y Callao iniciaron este lunes un paro indefinido en rechazo a la ola de asesinatos, secuestros y extorsiones que afecta al sector. La medida, convocada por la Confederación Nacional de Transportistas del Perú (Conet), busca presionar al Ejecutivo para que refuerce la seguridad y declare emergencia nacional por criminalidad organizada.
Desde tempranas horas, decenas de unidades permanecieron detenidas en principales avenidas como la Panamericana Norte, la avenida Faucett y la Carretera Central. La protesta generó congestión vehicular y demoras en el transporte público, afectando principalmente a trabajadores y estudiantes.
Los manifestantes sostienen que las autoridades “han perdido el control de las calles” y que las mafias continúan cobrando cupos a diario a los conductores, especialmente en distritos como San Martín de Porres, Callao, Villa El Salvador y San Juan de Lurigancho.

José Sandoval, vocero de la Conet, declaró que en los últimos tres meses se han registrado más de 40 asesinatos de choferes y cobradores a manos de bandas dedicadas al cobro de extorsiones. “No podemos seguir trabajando bajo amenazas. Cada semana muere un compañero por negarse a pagar”, denunció.
El ministro del Interior, Walter Ortiz, pidió a los gremios mantener el diálogo y aseguró que el gobierno está implementando un plan especial de patrullaje en zonas de alto riesgo. Sin embargo, los dirigentes consideran insuficientes las medidas y exigen la presencia directa del presidente José Jerí en una mesa técnica de emergencia.
El paro afecta a miles de usuarios de transporte urbano y podría tener consecuencias económicas significativas, especialmente para el comercio minorista y el abastecimiento de mercados. Expertos estiman que cada día de paralización podría representar pérdidas superiores a los 20 millones de soles.
Asimismo, el malestar social se suma a la crisis política que enfrenta el país tras la salida del expresidente Antauro Humala, lo que complica la estabilidad del actual gobierno interino.

								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				
								
				