Menos de 15 días restan para la llegada de los vagones del tren Lima a Chosica están a un paso de llegar al Perú tras su embarque desde el puerto de Stockton en California (Estados Unidos) el último viernes 20 de junio. El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, informó que el primer lote de más de 100 trenes donados por la empresa Caltrain arribará al puerto del Callao entre el 10 y el 12 de julio.
El burgomaestre también ha reiterado su intención de que la marcha blanca del servicio Lima-Chosica inicie a fines de julio. Sin embargo, César Sandoval Pozo, ministro de Transportes y Comunicaciones, cuestionó esta decisión.
Newsletter Buenos días

Carlos Salas Abusada desglosa con rigor las noticias clave del día de lunes a viernes.Desuscribirme
“La marcha blanca se da cuando una obra está concluida; se da días o semanas antes para ver qué defectos u observaciones hay por corregir en la obra concluida. Entonces, me sorprende que se hable de una marcha blanca cuando no hay una obra concluida, ni siquiera iniciada”, declaró a la prensa en Cusco. “Espero una pronta reunión entre la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) y su presidente con el señor alcalde de la ciudad de Lima, Rafael López Aliaga, para que se ponga en coordinación y puedan, si tiene algún proyecto, coordinar”, declaró.
https://www.facebook.com/plugins/video.php?height=314&href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fnuevatvnacional%2Fvideos%2F1261679668641486%2F&show_text=false&width=560&t=0
Por otro lado, Sandoval Pozo dijo que una posibilidad para ejecutar este proyecto es utilizar la concesión que existe y firmar una adenda donde se incorporen estudios para ampliarla. El ministro afirmó que este procedimiento requerirá un mínimo de 12 meses para completarse.
“Queremos saber si la Municipalidad de Lima (MML) lo va a hacer como obra suya. Seguramente, deben tener un expediente técnico, un plan a desarrollar y ejecutar, y sabrán los plazos y el cronograma. Si no lo puede hacer, sea por un tema presupuestal o apoyo técnico, y recurre al ministerio de Transportes, el MTC tendría que usar la concesión que ya tenemos y firmar una adenda. La posibilidad de esa adenda requiere revisarla técnicamente, incorporar las especificaciones técnicas, requisitos, estudios, y hacer un proyecto. Eso necesita no menos de un año”, aseguró.
Asimismo, César Sandoval mencionó que se necesita colocar dos vías, cuatro estaciones y trece paraderos que conecten con la Línea 1 y 2 del Metro de Lima, y el Metropolitano.
López Aliaga advierte de marcha en la sede del MTC
La respuesta de López Aliaga no tardó en llegar desde San Juan de Miraflores. El alcalde de Lima aseguró que se comunicará directamente con el ministro de Transportes. Advirtió que si “ponen trabas” al progreso del proyecto del tren Lima-Chosica organizará una marcha hasta la sede del MTC.
“Si comienza a poner trabas, hay que hacerle una marcha hasta el MTC. Hay que llenar el MTC de gente que sí quiere tren”, manifestó. “Sí se puede hacer, pero que no nos agarren de idiotas”, sostuvo.
«Sería prudente iniciar la marcha blanca a fin de año»: El análisis de un experto en temas ferroviarios
Daniel Maguiña Roca es arquitecto y especialista en temas ferroviarios desde 1988. Él declaró a El Comercio que el sistema de trenes entre Lima y Chosica, operado actualmente por FCCA, no está preparado hoy en día para un sistema que transporte a una cantidad masiva de pasajeros, demanda que tendría el nuevo servicio que se pretende implementar.
“Existe solo una vía de ida y vuelta; se necesita otra vía para operar el servicio. Además, es necesario evaluar el estado de los rieles y sistemas de control para planificar su mantenimiento o renovación”, sostiene.
Por otro lado, el también autor del libro ‘Perú entre rieles‘ cuestiona la falta de señalización para peatones y de separación entre los rieles y las vías urbanas que ocasiona cruces frecuentes de los ciudadanos por los carriles del tren.

“En sectores como Chaclacayo o El Agustino, el tren pasaría por intersecciones donde los autos y transeúntes cruzan constantemente. Si no se implementan sistemas de control o pasos elevados, el convoy tendría que detenerse en cada cruce, lo cual vuelve inviable su uso como medio de transporte masivo”, manifiesta Maguiña.
Cabe recordar que el nuevo sistema de transporte contempla vagones de dos niveles para atender a más de 200 mil pasajeros al día. Maguiña indicó que las unidades de Caltrain tienen una altura superior a los 4,20 metros. En consecuencia, sostiene que esto puede representar un problema en relación con el espacio de los gálibos de algunos puentes por los que pasará el tren Lima-Chosica, conforme a la ruta planteada por la MML.

El gálibo de un puente es la distancia entre la parte inferior del puente y la superficie. Esto permite establecer un espacio límite para asegurar que los vehículos puedan pasar debajo del mismo sin problemas.
De acuerdo con un informe de la Contraloría del 2015 al que accedió a El Comercio, el puente Huánuco era afectado por colisiones de vehículos de carga pesada cuyo tamaño superaba los 4,20 metros de altura. Asimismo, las unidades que excedían los 4 metros dañaban al puente Balta. Los vagones del tren Lima-Chosica pasarán por ambas estructuras.

“Para evitar que los trenes de Caltrain impacten a los puentes, debe elaborarse un levantamiento arquitectónico de los puentes. Esto requiere hacer calicatas o excavaciones al lado de las columnas para ver en qué estado están los cimientos o zapatas de los pilares o estribos y analizar la posibilidad de bajar la rasante de la vía”, detalla Maguiña.
Según una publicación en X, a la altura del puente Trujillo, cercano a la estación Desamparados, inició el traslado de maquinaria para aumentar el desnivel de los puentes y prevenir impactos de los vagones de Caltrain.
Por todo lo mencionado, el experto sostuvo que no es conveniente iniciar la marcha blanca del servicio antes del 28 de julio. “Lo más prudente sería realizarlo a fin de año y un tramo corto entre uno o dos estaciones. Podría funcionar de Chaclacayo hasta Ate, porque llegar hasta el centro de Lima sería muy complicado”, afirma.
“Contar con la infraestructura y coordinación necesarias para operar con el servicio completo, y en óptimas condiciones, podría tardar cuatro años y requerir una inversión de mil millones de dólares”, advirtió. “Se necesita tramitar la Certificación de Habilitación Ferroviaria que emite el MTC, porque los trenes de Caltrain no han pasado por esa certificación”, agrega.