Ya se ha vuelto una situación recurrente ver en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez que se generen alarmas por falsas amenazas de bomba, lo que perjudica a los pasajeros porque se retrasan vuelos, se restringe el acceso al terminal aéreo y se hace un despliegue innecesario de policías y personal especializado para atender dichos casos.
El Comercio pudo detectar, tras revisar los últimos casos de las falsas amenazas de bomba en los aeropuertos, que estas se dan ante una llamada telefónica anónima a las autoridades o ante comentarios que lanzan los pasajeros sobre bombas durante su permanencia en los terminales aéreos o en los aviones. Tras el reporte del personal de las aerolíneas o de los trabajadores del aeropuerto, a las autoridades solo le corresponde aplicar el protocolo, el cual incluye la participación de agentes de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX).
Cabe recordar que el nuevo aeropuerto limeño cuenta, desde fines de mayo de este año, con una moderna comisaría que puede albergar a 200 policías para brindar seguridad en el interior y en los alrededores del terminal aéreo. La dependencia policial está ubicada entre los accesos de entrada y salida del establecimiento, lo que permite una respuesta rápida ante cualquier eventualidad.
LAP lanza advertencia sobre perjuicio que generan falsas amenazas de bomba
Lima Airport Partners (LAP), operadora del Aeropuerto Jorge Chávez, denunció, el último martes, que solo en las 48 horas se registraron tres falsas amenazas de bomba en el terminal aéreo, lo que genera “alarma y retrasos en la operación”, ya que “cada alerta es atendida de manera inmediata y con total seriedad, activando los protocolos de seguridad en coordinación con las autoridades competentes”.

Los policías usaron canes para tratar de ubicar alguna bomba en el equipaje de los pasajeros. (Foto: CDL Noticias)
“Exhortamos a la ciudadanía a actuar con responsabilidad y a no incurrir en este tipo de conductas ilícitas que afectan la experiencia de viaje de miles de personas y ponen en riesgo el normal desarrollo de las operaciones aeroportuarias”, indicó LAP.
“Los servicios aeroportuarios son públicos, esenciales y estratégicos, por lo que dar un aviso falso que provoque la evacuación del terminal o interrupción de sus servicios, generando alarma o zozobra en la ciudadanía, constituye un delito”, agregó.
Los casos de falsa amenaza de bomba en los últimos días
Uno de los casos que constituyó una falsa amenaza de bomba en el Aeropuerto Jorge Chávez fue generado, el último martes, por un pasajero que se encontraba en el counter de la aerolínea Latam a la espera de abordar un avión para dirigirse a la ciudad de Chiclayo.
De acuerdo con la versión del hombre, quien formaría parte del cuerpo médico de un equipo de fútbol de la Segunda División, él hizo un comentario de que el retraso de la atención en el counter de Latam se debería a que sospechan que los pasajeros llevan una bomba, lo que cual fue escuchado por los trabajadores de la aerolínea, quienes de inmediato avisaron a las autoridades.
Ese comentario causó el despliegue de policías y agentes de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX). Tras ello, el hombre fue llevado a la comisaría del aeropuerto.
“Fuimos un poco tolerantes con el tema de esperar para que nos puedan atender en Latam y no nos atendían rápido y solamente di un comentario de por qué nos demoran tanto y mi comentario fue: ‘debemos tener una bomba para que nos demoren tanto’. La trabajadora que estaba ahí no nos quiso atender rápido. A mí me da una pena que no nos quieran atender rápido”, indicó el pasajero a radio Exitosa.
“Yo desconocía acerca de que no debería haber hecho ese comentario, pero más que todo fue una desazón porque no nos atendían rápido. Lo que nos llamaba la atención era que habiendo llegado tan temprano nos demoraban tanto en el counter para recibirnos las maletas y nunca había pasad eso. Mi desazón pasa por todas las personas que viajamos y que no nos den un buen trato o nos hacen demorar mucho en el aeropuerto”, agregó.
Los otros casos
El vuelo 2209 de Latam que tenía como destino la ciudad de Juliaca se retrasó debido a que, a las 7:41 a.m. del lunes 15 de septiembre, LAP recibió el reporte de una amenaza de bomba. La aerolínea indicó que la situación de alarma se suscitó en la pista de aterrizaje del aeropuerto y que la “amenaza de explosivo” fue lanzada por un pasajero que se encontraba en el avión.
Versiones periodísticas señalan que un hombre, procedente de México, reportó la pérdida de su celular y amenazó con, supuestamente, detonar una bomba si no hallaba su teléfono móvil. La tripulación escuchó tal advertencia y lo reportó a las autoridades. Ello conllevó a que la Policía hiciera descender a los pasajeros y revise sus equipajes y bolsa de mano. Todo esto generó un retrasó de más de una hora.

Agentes de la UDEX también revisaron las estructuras del avión tras recibir el reporte de una presunta bomba. (Foto: CDL Noticias)
“Como parte de este procedimiento, nuestra aeronave fue evacuada sin inconvenientes al punto de aislamiento para pasar la inspección correspondiente de la Unidad de Explosivos de la Policía Nacional del Perú (UDEX). Luego de las verificaciones correspondientes, la amenaza fue descartada y los pasajeros pudieron continuar con su vuelo con normalidad”, indicó Latam en un comunicado.
Incluso, los reportes sobre falsas amenazas de bomba continuaron pese al pronunciamiento de LAP. El miércoles 17 de septiembre se halló una mochila abandonada en la puerta 3 del nuevo aeropuerto, por lo que llegó la Policía y halló un extraño artefacto. Sin embargo, como en los anteriores casos, se descartó que se trate de un artefacto explosivo.
Las sanciones que reciben los que reportan falsas amenazas de bomba en un aeropuerto
Lima Airport Partners advirtió que el reporte de falsas amenazas de bomba en un aeropuerto constituye los delitos contra la seguridad pública y de entorpecimiento al funcionamiento de servicios públicos, los cuales se encuentran tipificados en los artículos 315 y 283, respectivamente, del Código Penal. Enfatizó que, de ser halladas culpables, las personas pueden ser condenadas de 3 a 6 años de prisión.

Cada reporte de una presunta bomba en un aeropuerto implica el despliegue de personal especializado para atender dicho caso.
El abogado penalista Aarón Aleman coincidió con LAP sobre los delitos que cometen los que difunden falsas alarmas de bombas en los terminales aéreos, pues remarcó que se considera al transporte aéreo de pasajeros como un servicio público.
En diálogo con El Comercio, Aleman indicó que las sanciones para las personas que cometen dichos delitos son altas, por lo que consideró que solo queda a la Policía y al Ministerio Público identificar a los responsables y aplicarles la pena que establece la norma.