Veinticinco minutos. Lo que dura cruzar la Vía Expresa un domingo, de punta a punta, sin trafico. Omar, Oscar y Carlo, en distintos días y a través del texto o la videollamada por WhastApp, coinciden en que ese fue el tiempo que duró la sencilla operación con nombre apocalíptico pero benditos beneficios: va-sec-to-mía. Dicen, además, que casi no duele: la vasectomía -esa cirugía que corta los conductos que llevan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra-, es un procedimiento ambulatorio: el paciente sale de alta al cabo de dos horas. Caminando por sí mismo, sin riesgos ni complicaciones.
Omar Mejía, el más joven de los tres (33) explica por qué lo hizo. Y lo cuenta con la naturalidad con que fue al odontólogo para curarse una caries: “Lo hice porque quería. Por salud. Por bienestar”. No es el único que piensa así: el 2023 se realizaron hasta siete veces más vasectomías de las registradas en los últimos cinco años. Esta es la historia detrás del quirófano.
-Los hombres primero-
Una ley absurda en el Perú. ha sido derriba gracias a la vasectomía. Casi de manera incuestionable la sociedad ha asumido que recae en las mujeres la responsabilidad de garantizar el cuidado anticonceptivo. Pero hacerse cargo incluye otros métodos que los hombres deberían considerar estando en una relación heterosexual, o individualmente.
El asunto es sencillo si hay una decisión firme: para el hombre que no quiere tener hijos, la vasectomía es un método anticonceptivo permanente, accesible, sencillo y de rápida recuperación. La paternidad responsable implica también determinación para soluciones definitivas.
Todavía son pocos los hombres que optan por la vasectomía como método si lo comparamos con el procedimiento de ligadura de trompas. Aún así, los números son contundentes. El 2023, se registró el número más alto de vasectomías realizadas en Perú en los últimos cinco años. Ese año, en la red de hospitales del Ministerio de Salud (Minsa) se contabilizaron 2.349 vasectomías: siete veces más de las practicadas en el 2019.
El 2020 y 2021 fueron años de pandemia. Por lo tanto, los registros fueron menores debido a esta emergencia sanitaria; 51 y 59, respectivamente. El 2022, la situación empezó a cambiar y se realizaron 709 vasectomías. Finalmente, solo hasta octubre de este año, el Minsa ya ha sumado 1.664 intervenciones a hombres con este método anticonceptivo, de acuerdo con información a la que accedió El Comercio.
Aunque estos números no consideran las vasectomías realizadas en otros sistemas de salud (EsSalud, Fuerzas Armadas y privados), hay un innegable aumento gatillado por una serie de razones. Otra de las conclusiones es que, sin duda, esta data es aún mayor. ¿Qué ha motivado a los peruanos que han elegido a la vasectomía como método?

La responsabilidad será compartida:
Hay un motivo en común: asumir la responsabilidad del cuidado anticonceptivo. Omar Mejía (33), Oscar Muñoz (52) y Carlo Silva (39) pasaron por sala de operaciones en diferentes momentos con el mismo objetivo, hacerse la vasectomía luego de decidir que no quieren tener -más- hijos. Aunque existen particularidades.
Omar es comunicador y a los 28 años decidió que la vasectomía era el método idóneo. No era padre en ese entonces y tampoco tenía planes de serlo a futuro. Sus razones fueron específicas: la incertidumbre económica y condiciones de salud. “Cuando decidí hacerlo nadie en mi círculo cercano estaba realmente sorprendido porque todo el mundo ya sabía que quería hacérmelo hace tiempo”, nos contó. Omar es parte del grupo de 13% de peruanos entre 25 y 30 años que han sido intervenidos con vasectomías, de acuerdo con cifras alcanzadas por Marysol Campos, obstetra de la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva del Minsa. El 87% corresponde al grupo etario de 30 a 59 años.
Para Oscar y Carlo la opción de la vasectomía partió cuando asumieron que su posibilidad de ser padres estaba satisfecha. Oscar supo sobre este método por internet. Fue ahí cuando empezó a interesarse pensando también en su esposa. “Las inyecciones y pastillas pueden generar transtornos en la salud de las mujeres. Pensé en ella, para que esté saludable y no tenga ningún problema”, narró. Para Carlo la situación fue similar luego de conversar con su esposa. “Tampoco quiero tener más hijos, decidimos eso entre los dos”, añadió Carlo.
Hay una realidad advertida por los tres: los prejuicios que existen alrededor de la vasectomía e ideas machistas que alimentan esas concepciones erradas. “Cargar a las mujeres con la responsabilidad anticonceptiva es mucho más grande desde siempre. Hay como una cultura de darles la responsabilidad, incluso las complicaciones, y a los hombres no”, cuestionó Omar, una reflexión que también es compartida por Oscar y Carlo. “Las personas son muy machistas quizás, cuando la tranquilidad que se pueda dar en pareja es de ambos”, dijo Oscar. En tanto, Carlo considera también que compartir más información sobre la vasectomía puede generar mejor impacto. “Es un método que no complica en nada. Hay quienes tienen miedo que no tendrán erecciones, o no sentirán lo mismo, o tendrán complicaciones. Pero no. Todo queda normal”, incidió.
Son precisamente las jornadas de información las que han generado mejores efectos en el acceso a las vasectomías y su incremento. “Los hombres están demandando el servicio en la medida que hay mayor respuesta y más información al respecto. Hay mayor preocupación en la responsabilidad del número de hijos”, comentó la obstetra Campos.
Paso a paso:
Sea en un establecimiento público o privado, el procedimiento no tiene mayores diferencias. El primer tamiz son las consejerías que los hombres deben recibir una vez estén decididos. Las interconsultas determinarán qué otras especialidades deben ser consideradas para los pacientes, como consejería psicológica o consultas por condiciones de salud como diabetes, hipertensión, entre otras que se puedan detectar, especificó Kathy Nenna Quispe Luza, médico gineco obstetra coordinadora de Planificación Familiar del Hospital San Bartolomé. Los prequirúrgicos incluyen exámenes de rutina como hemograma y descarte de VIH.
La vasectomía es un procedimiento ambulatorio. La operación no dura más de 25 minutos y el paciente sale de alta al cabo de dos horas. Caminando por sí mismo, sin riesgos ni complicaciones. Omar, Oscar y Carlo recibieron el mismo procedimiento, tanto en centros públicos como privados. La cirugía empieza aplicándose anestesia local, que esta empiece a hacer efecto, ubicar los conductos deferentes en el aparato reproductor masculino y ligarlos. Eso es todo.
Una incisión mínima para la cual el paciente no solo no necesita pedir descanso tras la intervención, sino que en tres días estará totalmente recuperado. Eso sí, debe cumplir con mantener la higiene en la zona intervenida. Si es necesario, colocar compresas frías, y no tener relaciones sexuales sin protección por tres meses hasta una vez realizado el espermatograma para cerciorarse que no hay paso de espermatozoides en la eyaculación. “La recuperación es rápida, a las dos semanas puede hacer su rutina sin mayor problema”, precisó Quispe.
El Minsa realiza los procedimientos de vasectomía gratuitamente para personas afiliadas a SIS, al igual que para quienes no tienen ningún tipo de seguro, y también hacen derivaciones en caso las personas estén afiliadas a EsSalud. En centros privados el costo puede ser hasta de S/1.500. ¿Se decidió?