El sector petrolero venezolano sufrió un fuerte retroceso en octubre de 2025, al registrar una disminución del 26 % en las exportaciones de crudo, de acuerdo con datos obtenidos por la agencia Reuters a partir de documentos internos de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y empresas navieras.
La producción total enviada al extranjero cayó a 808.000 barriles diarios, frente a más de 1,1 millones de barriles por día en septiembre. La principal causa fue la escasez de diluyentes importados, esenciales para procesar el crudo extrapesado de la Faja Petrolífera del Orinoco y hacerlo exportable.
Dependencia estructural y efectos inmediatos
La Faja del Orinoco, considerada una de las mayores reservas de hidrocarburos del planeta, enfrenta una crisis operativa sostenida por falta de mantenimiento, sanciones internacionales y baja capacidad de refinación.
Los informes internos de PDVSA revelan que el 80 % de las exportaciones durante octubre se dirigieron a China, país que se mantiene como el principal socio comercial energético de Venezuela. Mientras tanto, 128.000 barriles diarios fueron exportados a Estados Unidos mediante la estadounidense Chevron, bajo licencias especiales autorizadas por el Departamento del Tesoro.
Esta reducción de envíos implica una caída en los ingresos por exportación, que impactará la disponibilidad de divisas, el presupuesto estatal y la estabilidad cambiaria. Analistas advierten que podría aumentar la presión inflacionaria en el último trimestre del año.
Expertos del sector energético consideran que la falta de inversión extranjera, la inestabilidad operativa y la burocracia interna agravan la situación.
“Mientras PDVSA no recupere su capacidad de refinación y almacenamiento, cualquier interrupción logística o política seguirá traduciéndose en pérdidas de producción”, indicó el economista petrolero José Toro Hardy en declaraciones a medios locales.
Asimismo, organizaciones independientes señalan que las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos a altos funcionarios venezolanos podrían disuadir nuevos acuerdos energéticos, afectando la recuperación del sector.
La caída se produce en medio de una volatilidad global del precio del crudo, que ronda los 85 dólares por barril. Aunque el precio actual podría beneficiar a los productores, Venezuela no logra capitalizarlo debido a sus limitaciones técnicas y diplomáticas.
En el ámbito interno, las autoridades aún no han emitido un comunicado oficial sobre la disminución de exportaciones, aunque se prevé que PDVSA presente un balance en los próximos días.
