Caracas: El gobierno de Nicolás Maduro anunció la suspensión inmediata de los acuerdos de cooperación energética con Trinidad y Tobago, decisión que afecta proyectos conjuntos en el desarrollo del campo gasífero Dragón, ubicado en aguas fronterizas del Caribe.
El Ministerio del Poder Popular para el Petróleo informó que la medida responde a “actos de hostilidad” y a lo que calificó como una “provocación militar auspiciada por agencias extranjeras”, en referencia a la reciente presencia de buques estadounidenses en la zona económica compartida.
Fuentes de PDVSA confirmaron que los equipos técnicos venezolanos ya fueron retirados del proyecto, mientras se realiza una revisión completa de los acuerdos firmados en 2023 bajo mediación estadounidense.

El gobierno trinitario, por su parte, expresó “sorpresa y decepción” ante la decisión de Caracas, afirmando que los vínculos energéticos habían permitido reactivar la cooperación regional y mejorar el suministro de gas para el Caribe oriental.
Expertos del sector advierten que esta ruptura podría impactar el mercado energético regional, frenar inversiones extranjeras y aumentar las tensiones políticas en el Caribe, justo cuando ambos países buscaban ampliar su intercambio comercial.
“Es un paso atrás en la integración energética del Caribe y un golpe para la estabilidad diplomática regional”, señaló el analista petrolero Luis Oliveros.



