Netflix estrenó el documental ‘Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero’, una producción que expone con sensibilidad y rigor momentos inéditos en la vida de Alberto Aguilera Valadez, el eterno Divo de Juárez.
Y por vez primera se aborda el episodio de abuso sexual que sufrió a los 13 años, cuando trabajaba como mozo en casa de un sacerdote.
El relato, a cargo del periodista y gestor cultural Alejandro Brito, revela la dura infancia del artista: una niñez sin hogar estable, marcada por la pobreza, la ausencia familiar y la discriminación.
«Fue un niño sin orientación ni apoyo, que aprendió a sobrevivir solo», narra Brito en el primer episodio, donde también se describe su injusta detención a los 16 años en Ciudad Juárez, acusado de robo solo por su amaneramiento.
Dirigida por María José Cuevas (Bellas de noche) y producida por Laura Woldenberg e Ivonne Gutiérrez para la casa productora Mezcla, la serie se compone de cuatro episodios que exploran la dualidad entre el mito y el ser humano.
Con acceso exclusivo a más de 40 años de archivos personales —videos, audios y registros grabados por el propio artista—, la producción ofrece una mirada inédita al proceso creativo y emocional de Juan Gabriel.
El documental también reconstruye su camino desde Parácuaro, Michoacán, hasta la fama mundial. Su paso por la Escuela de Mejoramiento Social para Menores, donde escribió ‘La muerte del palomo’ antes de cumplir 14 años, y su encuentro con La Prieta Linda, quien lo ayudó a salir de prisión y lo presentó ante RCA Víctor, marcan los hitos de su resurrección artística.
Más allá del mito, ‘Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero’ muestra al hombre que transformó el dolor en arte, la exclusión en empatía y la vulnerabilidad en una voz eterna para América Latina.


