Trump y Orbán discuten en Washington el impacto de las sanciones energéticas y la dependencia europea del petróleo ruso
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este viernes en la Casa Blanca al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, en una reunión que centró su agenda en la política energética, las sanciones contra Rusia y la posición de Hungría dentro de la Unión Europea.
El encuentro —el primero entre ambos líderes desde el retorno de Trump a la presidencia— ocurre en un momento clave, marcado por las tensiones en Europa del Este y el debate sobre la eficacia de las sanciones impuestas a Moscú. Orbán, uno de los pocos mandatarios europeos que mantiene una relación pragmática con el Kremlin, busca negociar exenciones que le permitan seguir importando crudo ruso sin vulnerar las normas comunitarias.
Fuentes diplomáticas señalaron que el Gobierno estadounidense pretende equilibrar la presión sobre Rusia con la necesidad de mantener la cohesión dentro de la OTAN, un desafío que se agrava ante la crisis energética y la inflación que afecta a varios países europeos.
Trump reiteró su intención de “proteger los intereses de Estados Unidos sin debilitar la seguridad energética de sus aliados”, según un comunicado del Departamento de Estado. Por su parte, Orbán insistió en que Hungría “no puede cortar de manera inmediata su dependencia del petróleo ruso sin poner en riesgo la estabilidad de su economía”.
La reunión también incluyó temas de cooperación económica, defensa y migración. Analistas coinciden en que el diálogo refleja un intento de Washington por mantener una relación abierta con los gobiernos más nacionalistas de Europa para evitar fracturas internas en el bloque occidental frente a Rusia y China.
El encuentro concluyó sin anuncios concretos, aunque ambas partes destacaron la “necesidad de seguir dialogando” sobre un nuevo esquema energético para Europa Central y Oriental.
